Page 31 - Valdediós
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Isabel Ruiz de la Peña
Una de las características que llaman la atención de este conjunto constructivo
es la calidad de la obra de cantería de algunos edificios, nada frecuente en el Ro-
mánico rural del Noroeste peninsular, como evidencia el despiece de sillares de
la cabecera de Santa Eulalia de La Lloraza, que parece manifestar la rica financia-
ción con la que contó su fábrica (FOTOS 3 y 4). La misma calidad del paramento
presenta el templo ya tardío de San Juan de Amandi, uno de los más destacados
del Románico de Villaviciosa; en su cabecera se conservan, además, numerosas
marcas de cantería, que testimonian la organización y contabilidad del trabajo
de los maestros. A principios del siglo XIII en esta parroquia se concentraban las
rentas regias de la comarca, hecho que explica la calidad constructiva y escul-
tórica de su templo, que no ha sido muy alterado por las reformas posteriores,
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en el contexto del románico de Villaviciosa . Su nave única, orientada canóni-
camente al Este, se remata en un ábside semicircular más propio de modelos
monásticos que de las parroquiales del entorno, en el que destacan al exterior la
articulación de los muros mediante columnas y líneas de imposta decoradas, y la
arquería ciega ornamentada de su muro interior.
Pero junto a la arquitectura destacan en buena parte de estas iglesias, y en
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Amandi particularmente, la destreza plástica y la variedad iconográfica , con
escenas que constituyen un verdadero documento de las devociones y de las
costumbres de la vida cotidiana de los pobladores de esta comarca. La porta-
da occidental consta de cuatro arquivoltas ya apuntadas, cuya riqueza y buena
factura la sitúan entre las más interesantes del Románico asturiano. Entre los
temas representados en sus capiteles destaca la Presentación en el Templo, ro-
dada de un variado repertorio vegetal. Pero el mayor despliegue iconográfico
se encuentra en el interior del arco triunfal y el presbiterio, con el Pantocrátor
(FOTO 5), el Pecado Original, el Sacrificio de Isaac o la Lapidación de San Es-
teban, junto a imágenes monstruosas y otros motivos de iconografía profana.
Entre ellos una excelente lucha ecuestre con dos caballeros afrontados en una
composición marcadamente simétrica , o los que representan con una gran ex-
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presividad, escenas juglarescas, asunto frecuente en todo el Románico de la se-
gunda mitad del siglo XII y principios del XIII.
Junto a los temas bíblicos y profanos, la escultura labrada en los templos y las
tallas del arte mueble que los vestían testimonian también las devociones de los
feligreses y patrocinadores de las iglesias. Y en este sentido podemos destacar
en Villaviciosa las escenas del Martirio de San Esteban de la mencionada porta-
da de San Juan de Amandi, que se repite en la de Santa Eulalia de La Lloraza.
23. Isabel Ruiz de la Peña González, Guía del Románico de Villaviciosa, pp. 40-42.
24. Etelvina Fernández González, Escultura románica en la zona de Villaviciosa.
25. Sobre las diversas interpretaciones de este tema Diana Olivares Martínez, «La lucha de caballeros en el Románico», Revista Digital de
Iconografía Medieval, vol. VI, nº 12, 2014, pp. 29-41.
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