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Los alcaldes indianos

En la década de los años veinte, en el periodo de la dictadura de
Primo de Rivera, los indianos dirigieron la política municipal; Patricio
Mariano Vega Pérez (Cuba); el citado Benigno García Prida (Cuba);
Sindulfo García Blanco (Filipinas) y Paulino García Suárez (Cuba), de
1925 hasta 1930. Debemos referirnos también a Ramiro Fernández
Álvarez, que había hecho fortuna en Uruguay y también ocupó bre-
vemente la alcaldía; vecino de Bezanes, desde su poderoso puesto
de jefe de la Unión Patriótica y del Somatén ejercía una notable in-
fluencia en el concejo.

En todo ese decenio y hasta entrada la República existió una pugna
soterrada entre los partidarios de don Raimundo, mayor contribu-
yente del concejo, y los de don Saturno; el primero era de tendencia
conservadora y el segundo progresista. En 1930 llega finalmente a la
alcaldía uno de los indianos por antonomasia del concejo: Saturnino
Miguel Toribio.

Filantropía

Los emigrantes casinos pronto empezaron a demostrar su afecto al
concejo que añoraban, ayudando a paliar sus necesidades; tanto
individualmente, quienes por su mejor posición económica podían
hacerlo, como colectivamente a través de la Sociedad Casina. La
mejora de las escuelas fue una tarea en la que se implicaron los
emigrados, conocedores del lamentable estado en que se encon-
traba la enseñanza, razón profunda del subdesarrollo y, por ende, de
su partida. Lo recoge el artículo 58 de propio Reglamento de la So-
ciedad. Mencionemos que en 1903 había en Caso 1.213 niños y niñas
matriculados.

Gracias al empeño personal y económico de Gaspar de las Travie-
sas se inició la construcción de una nueva escuela en Caleao para
sustituir a la construida en 1786, que se encontraba en un estado de-
plorable. Años después, con iniciativa del párroco se abrió la escuela
de Tanes mantenida económicamente por los emigrantes del lugar.
También la mejora de las escuelas de El Campu, a las que el ameri-
cano Saturnino Miguel donaba una tonelada de carbón anualmen-

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