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solo las amarillentas cartas que algún baúl conserva nos recuerdan
su historia, como este fragmento de un hermoso poema de Fernan-
do Lobeto:
Que non se te escaecia dar memories
A tolos de mió casa
Y si topes camín de la fontana Quiciás la mió rapaza
Que el cariñu que i tengo va aumentando
Col tiempo y la distancia
Y que sin so cancallu y sos falagos
Vivir non se me amaña
La “Sociedad Casina de la Habana”
En1886 se crea el Centro Asturiano de La Habana y posteriormente el
asilo y casa de salud Covadonga, para atender las necesidades de
todos los asturianos emigrados; también el panteón de la colonia
de beneficencia en el cementerio de Colón. Paulatinamente ade-
más de estos importantísimos servicios se van creando diversas
sociedades o agrupaciones para el amparo de los hijos de cada
concejo residentes en Cuba. Bajo el lema “NINGÚN CASÍN PASARÁ
HAMBRE EN CUBA” se funda el 27 de junio de 1908 la “Sociedad Ca-
sina de la Habana”, una de las primeras en constituirse y cuyos fines
eran la confraternización entre los casinos emigrados, el amparo
a los que carecían de recursos, la búsqueda de empleo para los
que llegaban, y a la vez, retornar su gratitud a la tierra que les vio
nacer contribuyendo con sus aportaciones a la mejora del concejo
como el ayuntamiento ya citado, la creación de edificios decentes
para escuelas, arreglo de carreteras, lavaderos, cultura, instalación
del primer teléfono, medicinas, etc. La biblioteca pública municipal
continúa hoy día ostentando con orgullo el nombre de dicha Socie-
dad. Sería interesante conocer la historia de esta mítica sociedad
que aún sigue en pie a sus ciento doce años de vida y retornarles
ahora desde nuestra tierra lo que en su día nos reportaron.
Fue su primer presidente Manuel Suárez Prida (El Campu,1859); se-
cretario Maximiliano Isoba Prado; tesorero Antonio Laiz Montero; y,
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