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conserva es la casa de La Torre, de la familia García Prida, edificada
en 1917 sobre el solar de la antiquísima torre medieval de los Caso.

Pero también podríamos hablar de otras edificaciones que estarían
hoy catalogadas de no ser su desaparición: Villa Lucila en Tarna, en
la guerra; y el precioso chal é de Baltasar García Suárez en Tanes,
con el embalse, quizá la edificación más cercana a los cánones de
vivienda indiana, las citadas de Durán con su pasarela agalerada
que las comunicaba, o el Casino. Pero a poco que fijemos nues-
tra vista nos encontramos moradas que nos muestran la huella de
los capitales americanos: por ejemplo, la casa de Luis García, la de
Paulino García, la de Ignacio Calvo, la casa de Traviesas, en la ca-
pital del concejo, amén de un puñado más en otros lugares. Acla-
ramos en este punto que la casa de don Saturno, no fue una casa
indiana en sus inicios, la construyeron los comerciantes piloñeses
Arroyo; de igual manera, la casa de la Lastra, habitada por indianos
de las Filipinas, es una casona del siglo XVIII, pero ambas están liga-
das plenamente al fenómeno migratorio.

Los hermanos García Prida

Raimundo y Benigno García Prida emigraron muy jóvenes al lugar de
Guayos, en la provincia de Sancti Spíritus. En 1905, Raimundo (Tarna,
1876), en uno de sus viajes de regreso, todavía soltero y comerciante
avecindado en la citada Guayos compró las posesiones de la anti-
gua Casa de Caso incluyendo el solar sobre el que posteriormente
se edificó la imponente casa para su retiro veraniego junto a su es-
posa Joaquina Miguel (Caleao, 1888), a la que conoció por ejercer el
padre de ésta como maestro en Tarna; y para su hermano Benigno
quien falleció en un accidente de tráfico en Ciargüelo (Laviana) el
día primero de enero de 1925. Este había sido alcalde y presidía el
consejo de administración de la Sociedad Electra de Caso que des-
de su central en Bezanes atendía las necesidades de energía eléc-
trica en la línea que iba desde Pendones hasta Nieves Su hermano
Raimundo continuaría al frente de la empresa. Explotaron durante
muchos años la extensa pradería de la Vega Santumís con una ex-
celente cabaña de la raza casina y producían renombrados quesos
para su comercialización.

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