Page 38 - Braña
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faya (tercies), cortadas al menguante para soportar la pesada techumbre, aunque
en las más arcaicas pervive el testimonio de la utilización de texu y el recuerdo del
uso de tapín para evitar goteras. Se accedía por una portilla al mínimo portal donde
el madreñero solía colocar la taladrera y se entretenía en los escasos momentos
de ocio, para pasar después por estrecha puerta al interior, que se componía de
una cama cubierta con felechu y árgomes (quien disponía de un xergón esponjado
con fueya de maíz era un afortunado) sostenida por un madero de faya llamado
calamiñeru en el que se sentaban los ocupantes al calor del fueu, sobre el que
pendían les calamiyeres, cadenas que se suspendían de un hierro ajustado en una
resquiebra de la pared para colocar la pota; y atravesado, al fondo, otro espacio que
llamaban la gloria, especie de meseta sobre la que se situaban los cacharros; una
pequeña alacena donde se guardaba la vianda, muchas veces revestida de hojalata
para protegerla de los roedores, complementaba la estancia.
Con el tiempo, las ancestrales cabañas, la estampa del ballicu colgando del arrudu,
el laborioso quehacer del madreñero, los animados atardeceres de bolera y gocha
peza, dieron paso a esta nueva vega transformada con desigual fortuna, mas sin que
aminore en ella todo su encanto natural, y aunque para contemplar el ayer olvidado
de los vaqueros hayamos de trasladarnos a pastizales distantes. Se contabilizan
hoy 48 edificaciones, 1 manga ganadera, además del refugio y sus instalaciones
complementarias.
LA INTERCONEXIÓN LOGÍSTICA: EL INTERIU
En el hervidero vital que era en aquellos tiempos Brañagallones, con más de treinta
poblos abiertos, consagrados al pastoreo y al inagotable trabajo madreñero, cabe
recordar una institución singular de la majada: el interiu, que algunos denominan
linteriu quizá por la pérdida del apóstrofo en la mera evolución de la palabra, a
la que podríamos encontrar su significado etimológico en la palabra latina *inter,
entre, entre varios, inter eos (entre ellos).
Se denominaba interiu al rudimentario servicio logístico compuesto por
la caballería de carga, burro o caballo, y el conjunto de provisiones que
transportaba, principalmente la leche, no a la persona que lo conducía. La Vega
se intercomunicaba diariamente con Bezanes para llevar la leche, alimento
esencial para los que quedaban en la aldea; cuando el volumen de mercancía se
incrementaba podían bajar dos y tres interios. El sistema era rotativo y cada día
correspondía a una cabaña realizar la tarea; en Sotu y Belerda, que compartían,
como dijimos, el pasto con Bezanes, no existía la figura del interiu, pues dejaban
animales en sus aldeas para disponer de leche. Los innumerables pares de
madreñas que se elaboraban arriba se bajaban en sacos a lomos de caballerías
según necesidades de los comerciantes que las demandaban, no debemos
denominar interiu a dicho acarreo.
Cuando partía el interiu, los que arriba amayadaben si precisaban solicitar cualquier
producto necesario o dar simplemente buenas o malas nuevas, enviaban lo que
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