Page 68 - Valdediós
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San Salvador de Valdediós

        Además de la riqueza patrimonial de la abadía, parece ser que ésta brillaba tam-
        bién por la rectitud de sus costumbres, hecho que llevó al prelado ovetense Gu-
        tierre de Toledo en el último cuarto del siglo XIV a entregar al abad de Valdediós
        las iglesias de Santa María de Villamayor y San Martín de Soto con todos sus de-
        rechos y pertenencias, tras la disolución de sus dos comunidades benedictinas
        femeninas por el incumplimiento de sus obligaciones monásticas.


        En la Nómina de las abadías de la diócesis de Oviedo elaborada por este obispo,
        se recoge la de Santa María de Valdediós en los siguientes términos:

                             La abadía de Valdediós es de la orden de
                             Çístel, monges blancos. Es subgeto al obispo
                             e prométele obedençia e reverençia e bendízele
                             el obispo. E viene a los signados o enbía su procurador
                             quando es enbargado. E paga en todos los pechos
                             e pedidos quel obispo echa a su clerizía. E obedesçen
                             e cunplen todos los mandamientos e ordenaçiones
                             quel obispo faze.

        A comienzos de la época moderna (1515) la comunidad de Valdediós se unió a la
        Congregación de Valladolid y siete años después un virulento incendio arruinó
        las dependencias monásticas medievales, que serán objeto de reconstrucción
        en el transcurso de esta centuria. Así, en la década de 1580 el libro de fábrica del
        cenobio señala, según M.P. García Cuetos, la conclusión del nuevo claustro y de
        las estancias anejas a él, quizá obra de Juan de Cerecedo el Viejo.

        En el siglo XVII se acometieron nuevas obras en el piso bajo del claustro, la sa-
        cristía, el archivo, la hospedería y se construyó el pórtico actual que protege la
        fachada occidental de la iglesia (1668).


        El siglo XVIII continuará las intervenciones en la iglesia, instalando la tribuna de
        enfermos que se conserva en el brazo Sur del crucero y la biblioteca monástica
        junto al archivo. Asímismo M.P. García Cuetos fecha en 1768 la construcción
        de un nuevo capítulo junto a la iglesia y a lo largo de esta centuria se amuebló e
        interior de la misma con un órgano y varios retablos entre otras piezas.

        A principios del siglo XIX se llevó a cabo en el convento el proceso de desamor-
        tización, saliendo a subasta el mismo en 1843 y utilizándose finalmente como
        Seminario Diocesano. En las primeras décadas del siglo XX comienzan las obras
        de restauración de la iglesia que se consolidan en la campaña que levará a cabo
        en el monasterio L. Menéndez Pidal. En 1931 el monasterio fue declarado Mo-
        numento Nacional.


        A partir de 1985 y en paralelo a las obras de restauración del conjunto se creó

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