Page 72 - Valdediós
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San Salvador de Valdediós
Las tres naves se comunican mediante arcos de doble rosca de medio punto que
apoyan en pilares compuestos para soportar el peso de las bóvedas, con medias
columnas en tres de sus caras y codillos en los ángulos para recibir las nerva-
duras de las cubiertas. Se elevan sobre basamentos acodillados y poseen basas
áticas y capiteles troncopiramidales rematados por cimacios lisos. Los tramos
de las naves laterales se comunican entre sí mediante arcos ojivales de doble
arquivolta, que descansan en los muros laterales en semicolumnas semejantes a
sus opuestas, que se enlazan mediante una imposta corrida.
Los abovedamientos de la nave central y laterales se realizan con crucería simple
que emplea los nervios abocelados, pero en ningún modo pueden considerarse
góticos. De influencia borgoñona, corresponden a experimentos constructivos
del último románico. La bóvedas de cada tramo se separan de las demás median-
te arcos fajones ligeramente apuntados que descansan en los pilares, prolon-
gándose en semicolumnas truncadas que arrancan de ménsulas denominadas
cul de lamps.
Mientras las cubiertas de los brazos del crucero repiten la de las naves latera-
les, en el tramo central la crucería es de ocho plementos, resultado del refuerzo
de los dos en forma de aspa con otros dos de ancha superficie que generan una
cruz. El brazo Sur del crucero comunica con la sacristía a través de una puerta.
El arco triunfal y los de acceso a las capillas laterales son ligeramente apuntados
y apoyan en semicolumnas con basas sencillas y capiteles esculpidos.
Los tres ábsides cubren sus tramos rectos con bóvedas de cañón ligeramente
apuntadas y los semicirculares con bóvedas de horno reforzadas por nervios
radiales de perfil moldurado. Ambas cubiertas arrancan de líneas de impostas
corridas y se separan por arcos fajones moldurados con la clave decorada, que
descansan en semicolumnas con capiteles esculpidos.
Las capillas laterales reciben la iluminación de los vanos abiertos en su muro tes-
tero, que muestran un fuerte derrame interno mientras las ventanas del ábside
central han sido cegadas por el retablo barroco que lo preside.
El ábside de la Epístola aberga un bello altar románico formado por una mesa
rectangular que apoya en cuatro columnillas con basas áticas y capiteles escul-
pidos, reforzada en el centro por un pilar de traza moderna.
La escasa ornamentación escultórica del interior de la iglesia se concentra en los
capiteles y ménsulas de los pilares de la nave central y obedece los criterios de
la orden bernarda. Ésta se ciñe a motivos geométricos y vegetales, resultando
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