Page 416 - San martín del Rey Aurelio
P. 416

para firmar sus crónicas desde las Naciones Unidas. Pero otra parte
            de su actividad en Estados Unidos la hizo con su firma habitual o con
            su nombre auténtico. Fue un profesional bien valorado, que recibió
            varias condecoraciones oficiales: la Orden de Orange-Nassau de los
            Países Bajos; la Orden al Mérito, de El Ecuador; la Orden del Cón-
            dor de los Andes, de Bolivia. Entre las muchas relaciones que entabló
            no faltaron algunas con diplomáticos franquistas, como el periodista
            y embajador Manuel Aznar, sobre quien contó a Juan de Lillo una
            anécdota. Aznar solía bromear ante otros diplomáticos diciendo que
            Gondi podía volver a España cuando quisiera y que él mismo estaba
            dispuesto a invitarle por un mes o dos. Hasta que un día Ovidio le re-
            plicó que aceptaría la invitación cuando la Avenida del Generalísimo
            Franco, de Madrid, pasara a llamarse Avenida de la Viuda del Gene-
            ralísimo Franco. Entre los políticos iberoamericanos a quienes trató
            estrechamente en Naciones Unidas se encontraban José Figueras y
            Daniel Odunber, de Costa Ricas; Víctor Paz Estenssoro y Hernán Siles
            Zuazo, de Bolivia; Rómulo Bethancourt, de Colombia; y Guillermo To-
            riello, de Guatemala, este último, de origen asturiano.


            En la delegación de Israel en la ONU.
            Estas buenas relaciones serían determinantes para abrirle camino ha-
            cia un destino sorprendente: la vinculación profesional a la delegación
            de Israel ante las Naciones, en la que sería el único miembro no judío.
            El periodista español Manuel Blanco Tobío, daría años después unas
            referencias muy interesantes al respecto en un artículo que publicaría
            en “ABC” bajo el título de “Una historia casi secreta”, cuya fiabilidad
            se apoyaba en la manifestación de que “conozco muy bien su historia
            (la de Ovidio Gondi) puesto que fue y sigue siendo un buen amigo
            mío”, afirmación esta última que resulta reveladora del talante con-
            ciliador de uno y otro, ya que procedían de ámbitos ideológicos que
            en aquella época se consideraban muy distantes: de Gondi, ferviente-
            mente antifranquista, ya queda dicho que se consideraba socialista y
            Blanco Tobío era de origen falangista y llegó a ser director de “Arriba”.

            Según el citado artículo, “Ovidio Gondi trabajaba en las Naciones Uni-
            das como corresponsal cuando los israelíes estaban reuniendo votos
            para ganar la proclamación del Estado de Israel, hecho que ocurrió el
            14 de marzo de 1948. Les faltaban algunos votos del grupo hispano-








                                               416
   411   412   413   414   415   416   417   418   419   420   421