Page 414 - San martín del Rey Aurelio
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que el régimen de Franco tenía los días contados. Con la maleta pre-
parada para retornar a España, o poco menos, Ovidio Gondi no quería
hacerlo sin haber conocido antes por dentro los Estados Unidos. En la
embajada americana en México le denegaron el visado como turista,
pero no por su pasado de izquierdas sino, en lo que en su caso era el
colmo de la paradoja, porque España había colaborado con la Alema-
nia nazi. Pero el embajador de Colombia, de quien era amigo, le hizo
un documento acreditándolo como diplomático colombiano. Realizó
el viaje en tren, con su mujer y sus hijos. En San Antonio (Texas) entró
un funcionario al departamento y les pidió los pasaportes. Ovidio en-
señó los papeles que llevaba. El funcionario le preguntó entonces a la
mujer de Ovidio de dónde era. “De Gijón”, respondió Rita. “¡Ah, Gijón,
Colombia!”. Y no hubo más.
Periodista en Nueva York.
En Nueva York Ovidio Gondi trabajó en la revista “Norte”, en español,
dirigida por el cubano Jorge Losada, y más tarde en la agencia de
noticias ANETA. Cuando la Metro Goldwin Mayer suprimió el dobla-
je de las películas en español, Ovidio consiguió trabajo para escribir
los subtítulos. Colaboró en varias publicaciones (“UN&World Repport,
“The Nation”, “Latín América Affair”, “Free World”, “International Di-
gest”) y publicó una columna semanal en “Diario de Nueva York”, el
más importante periódico en español de la ciudad, artículo que la
American Literary Agency distribuía a 73 periódicos de Hispanoamé-
rica, Portugal y África portuguesa. Más tarde recopilaría esos artícu-
los, relativos todos ellos a la actividad en la sede de las Naciones Uni-
das, en el libro “Las batallas de papel en la casa de cristal”. El libro,
como las crónicas, iba firmado por J. Pumarabín, pseudónimo con el
que rendía tributo a sus raíces.
La casa de pumarabín.
Pumarabín es un lugar de San Martín del Rey Aurelio situado al pie de
la ladera Norte del Valle del Nalón, muy cerca de El Entrego, hasta el
punto de que en la actualidad puede considerarse un barrio suyo. A
su lado pasan la vía del antiguo Ferrocarril de Langreo, hoy FEVE, y
el Corredor del Nalón y está situada la rotonda elevada que comuni-
ca con la llamada “Y de Bimenes”. Pumarabín es pequeño, pero con
mucha historia a sus espaldas. Por ejemplo, en la encuesta efectuada
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