Page 538 - San martín del Rey Aurelio
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considera que el rio Silvestre es hoy un simple regatu sin presente ni
mucho menos futuro.
Familias y Apellidos Ilustres
Queda dicho que el valle de la Güeria fue durante siglos una especie
de privilegiado vergel en el que abundaban montes, prados y vegas
muy fértiles, permitiendo el desarrollo de la agricultura, que junto a
la ganadería y la caza, dieron vida a los habitantes de pequeños nú-
cleos de viviendas, algunas de ilustre abolengo. En La Rotella tenía
casa, hórreo y hacienda el Marqués de Camposagrado y en Carroce-
ra la poderosa Casa de Quirós tuvo representantes, cuanto menos,
desde el siglo XVI. Luego estaban otras familias de orden menor
pero con cierto arraigo en el valle de cuyos apellidos tenemos noti-
cias gracias a documentos diversos, desde los litigios por herencias,
las compra-ventas, y hasta las peleas trufadas de agresiones físicas,
figurando entre los más frecuentes los de Rozada, Vallina, Pumarino,
Zapico y Antuña (siglos XVI, XVII y XVIII).
Durante esa época no faltaron tampoco los personajes ilustres más
allá de su origen, como fue el caso de Juan Menéndez de la Cotarie-
lla (2) que llegó a ser magistral de la catedral de Oviedo y que en el
año 1608 el inquisidor Valdés Salas eligió para impartir clases en la
por entonces recién creada Universidad de Oviedo como profesor
de la Facultad de Artes. Don Juan fue, sin duda, el primer güeriatu
que triunfó lejos de su valle y eso tiene mérito.
Es verdad que en el tiempo presente hay miles de güeriatos repar-
tidos por todo el mundo que de vez en cuando nos regalan éxitos y
reconocimientos notables (cuestión que hay quien pretende ignorar,
seguro que por pura envidia), pero en el siglo XVII las cosas no eran
así. Loado sea por tanto el señor Menéndez de la Cotariella.
Irrumpe la industria del carbón.
Hay quien divide la historia por etapas, aunque cuanto más atrás
se va en el tiempo más difícil resulta fijar las imposibles fronteras.
Ocurre en cambio que cuando hay cierta cercanía los referentes se
aproximan más a las realidades vividas entonces y eso ayuda a cla-
rificar las cosas. En la Güeria, como en toda la comarca del Nalón,
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