Page 543 - San martín del Rey Aurelio
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lideraron muchos de esos aconteceres. Nacía así el sobrenombre de
            La Pequeña Rusia (9), buscando identificar a un territorio rebelde,
            revolucionario y resistente, ubicado en el corazón mismo de la cuen-
            ca minera asturiana, el valle de la Güeria, con la que había sido la
            gran esperanza del proletariado, la revolución Rusa.

            Como el listado de nombres e historias que pueden ayudar a com-
            prender el porqué de esa identificación necesitaría de muchas pá-
            ginas, y no es el caso, solo cabe citar algunas referencias notables.

            Por  parte  socialista merecen  especial  mención  los  comandantes
            Flórez y Mata, sobremanera su resistencia a abandonar el monte y
            aceptar sin más el triunfo del franquismo (1937-1948); gran parte de
            los asesinados en La Bornaina (1938) y en el pozu Funeres (1948); así
            como la resistencia clandestina liderada en distintas épocas por Ru-
            fino Montes, Herminio Álvarez, Armando el de Mateo, Vicente Fer-
            nández y Agustín González (10), entre otros.

            En el campo comunista, destacaban Indalecio Castro, Jesús Montes
            Chus Pesetes y Cesarín el de Roilis, así como Amalio y Belarmina,
            matrimonio que regentaba un bar frente al pozo Venturo. Para estos
            y otros militantes del PCE fue muy importante la presencia clandes-
            tina en la zona a finales de los años sesenta del histórico dirigente
            comunista Horacio Fernández Inguanzo, El Paisano.


            Sobre los anarquistas las referencias escritas son escasas y las orales
            contradictorias. Siendo cierto que nunca tuvieron especial predica-
            mento en La Güeria no hay la menor duda de que lo intentaron. De
            hecho durante la segunda república alquilaron un local en la Llave
            (11) para dar a conocer sus propuestas pero primero la revolución de
            Octubre del 34 y luego la guerra de España lo impidieron.

            También  están  los  casos  singulares  que  desbordan  las  ideologías
            políticas y hasta las religiones. Gaspar García Laviana nació en La
            Pequeña Rusia, si bien no fue en La Güeria, sino en Nicaragua, donde
            su compromiso, primero como sacerdote, y luego como guerrille-
            ro sandinista, evidenciaron lo mejor de las tradiciones mineras –su
            padre, Silverio, lo había sido-, desde la solidaridad de clase hasta








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