Page 501 - San martín del Rey Aurelio
P. 501
manos de hace 2.000 años, empleábamos el arado romano, el carro
del país, de madera (solo tenía de hierro las llantas de las ruedas)
tirado por dos vacas y el transporte a lomos de las caballerías por las
sendas en las que no cabía el carro.
Además éramos muy ecológicos, ya que no generábamos residuos.
Lo que no servía para alimentar a las personas, servía para las vacas,
los cerdos, las caballerías, las gallinas, los conejos, etc. o se utiliza-
ba para cama de esos mismos animales o como combustible en la
cocina y finalmente todo ello se transformaba en abono, incluida la
ceniza.
A continuación muestro un mosaico en el que puede verse a un ro-
mano transportando pellejos de vino en un carro muy similar a los
que usábamos en la Rebollada. Si no fuera por la barba y la calva el
que va delante podría ser yo, que ya era un carretero competente y
responsable a los 14 años. Las vacas “la morica” y ”la gallarda” y los
pellejos de la vinatería de Constantino.
A los cuatro años empecé a ir a escuela. En la Rebollada teníamos
una escuela unitaria a la que asistíamos niñas y niños desde 4 a 14
años. Y éramos un grupo bastante numeroso.
Cuando cumplí 9 años, mis padres decidieron enviarme a estudiar el
bachiller a Oviedo, interno en un colegio de curas. La otra alternati-
va era estudiar en “la escuela de Calvo” en Sotrondio y examinarse
“por libre”, en Gijón. Desecharon esa posibilidad, porque había una
hora de camino a pie para ir y otra para volver, que además de ser
bastante duro en invierno, con las nevadas y las heladas que caían,
daba lugar a un cierto descontrol y a que algunos estudiantes “mon-
taran la escuela” y se dedicaran a actividades poco recomendables.
Analizada la situación, mis padres llegaron a la conclusión de que,
bajo un estricto control, podría llegar a ser un buen estudiante y que,
en un ambiente de “libertinaje callejero”, podría convertirme en un
cantamañanas.
Somos 4 hermanos y mis padres se habían propuesto desasnarnos,
aunque les resultase muy caro. Tenían muy claro que un cerebro
501