Page 363 - San martín del Rey Aurelio

se verán reflejados en las historias de estos dos amigos y recordarán
con nostalgia los lugares que se citaron a lo largo de estas evocaciones.

Hoy Sotrondio es víctima de las reconversiones industriales, su po-
blación ha disminuido y los jóvenes han buscado su futuro lejos de la
cuenca, pero siempre seguirá siendo un pueblo acogedor, de gentes
trabajadoras y nobles.

Tito y Gabino también son descendientes de esa raza de “negros”,
dicho sea con todo el cariño. Gracias a ellos, sus hijos tuvimos un fu-
turo mejor, su lucha cambió la suerte de la clase obrera de este país.
Las medidas para paliar la situación de las cuencas debieron tomarse
hace muchos años, cuando era posible acometer una reindustrializa-
ción cómo hicieron otros países europeos. Se sabía ya entonces que
el carbón estaba condenado a desaparecer, pero se miró hacia otro
lado porque era más rentable políticamente. Ahora ya es tarde y solo
nos podemos quedar con el recuerdo. Aquellos luchadores quedarán
para siempre en nuestros corazones.

Y hasta aquí llegaron tan emotivos recuerdos, dos amigos insepara-
bles en un marco fantástico en este querido pueblo, que su himno
describe como “bordón del valle minero”.

La vida se portó bien con ellos, luego llegaron las bodas, los hijos y
hasta los nietos.

Pero esa ya es otra historia.

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