Page 319 - San martín del Rey Aurelio
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los pozos. Fueron testigos sus compañeros Joaquín Cuesta García
y Fermín Fernández Gutiérrez. El ingeniero actuario recomendaría
a Duro Felguera que insistiese a los picadores sobre las normas de
seguridad en las proximidades de fallas y trastornos.
- El 2 de junio de 1975, el vigilante del pozo San Mamés José Manuel
Fernández González, de 32 años, dejó huérfanos a dos niños de 3 y
4 años cuando se disponía a reconocer un coladero que atravesaba
una falla de la capa Escribana de Llineres (capa que una década
después, la correlación estratigráfica demostraría que se trataba de
la 3ª Generala).
- El 8 de noviembre de 1982, de nuevo las peligrosas fallas, que ten-
sionan terrenos y canalizan fluidos, tanto líquidos como gaseosos,
pusieron en evidencia su mortal capacidad, segando la vida al pica-
dor José Antonio Mateo Díaz, de 29 años, en un coladero de la 3ª
Generala del pozo Venturo. Esas mismas Generalas serían las que,
poco después, superada la falla, pretendían explotar en dirección a
la rama de Llineres, donde se suponían vírgenes. Por suerte, lo que
pudo ser un error histórico, fue evitado por el geólogo Joaquín Mon-
te, quien al poco de su ingreso en Hunosa puso el disco rojo con una
genial correlación estratigráfica y advirtiendo que dichas Generalas
ya estaban explotadas, ¡pero con el nombre de paquete Mª Luisa!
- Idónea de la labor a realizar. Como norma general deberá atacarse
dicha falla por el menor número de puntos posibles y se llevarán
sondeos previos para delimitar la posición exacta de la falla, sirvien-
do al mismo tiempo para desgasificar el posible grisú”.
- Otro 5 de diciembre, pero de 1988, el mortal vómito del derrabe se
repitió en la capa Juliana de la 6ª planta del pozo Sotón, contra el ayu-
dante minero Francisco Zabala Álvarez, de 30 años, vecino de El Se-
rrallo. La capa presentaba una serie de micro-fallas (repuelgos), que
la estrechaban súbitamente, de 2 m de potencia a apenas unos cm.
- El 6 de septiembre de 1991, en el pozo Sotón, y nuevamente por la libera-
ción súbita de tensiones tectónicas, se mataron al pie de una falla Alberto
Sánchez Iglesias, José Luis García Tresguerres y Pelayo Blanco Cortés.
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