Page 18 - Virgen del Camino
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Un colegio y algo más


                    Fray Salus Mateos Gómara, O.P.                                                       Esa imagen ha quedado grabada para siempre en el corazón de muchos
                                                                                                         adolescentes que llegamos a esas tierras con una ilusión en el corazón: ser
                                                                                                         dominicos. El origen de todo este complejo dominicano tuvo su principio en el
                                                                                                         deseo de un benefactor que, queriendo ser dominico, tuvo que abandonar
                                                                                                         ese camino por motivos de enfermedad. Agradecido a la formación que
        RETAZOS DE UNA LEJANA ESTANCIA EN EL COLEGIO                                                     había recibido, decidió transformar el antiguo santuario en una estructura
                                                                                                         moderna y, junto a él, edificar un gran colegio donde se formaran aquellos
        DOMINICANO DE LA VIRGEN DEL CAMINO                                                               que pudieran seguir el camino que él no pudo concluir.

                                                                                                         Durante largos años ese colegio acogió a numerosos adolescentes que,
                                          “No reniegues de ningún recuerdo de tu                         posteriormente, formaríamos una gran parte de los dominicos que han
                                          pasado. Lo que viviste te hizo ser quien eres.”                poblado los conventos en España e Hispanoamérica. Éramos muchos y en
                                          (Cecilia Curbelo, escritora uruguaya)                          aquellas aulas vivimos años de estudio, de formación humana y religiosa, de
                                                                                                         deporte y las múltiples actividades que conformaban un estilo de vida rico en
                                                                                                         su variedad. Allí aprendimos a vivir con estilo comunitario, algo imprescindible
        Una torre esbelta, 53 metros de altura, se divisa en la distancia, cuando                        para quienes orientábamos nuestra vida a formar parte de una comunidad.
        dejamos la capital de León y vamos sobrepasando Trobajo del Camino. Es                           Allí se fueron depurando los individualismos con los que todos llegamos a la
        como una torre vigía que hubiera cambiado su misión de avistar enemigos,                         vida; fueron años de limar asperezas de carácter; de aprender a controlar
        para dedicarse ahora a orientar al caminante amigo que se acerca al                              impulsos, de ir descubriendo el misterio de Dios en la oración apaciguada
        Santuario de la Virgen del Camino. Dos campanas rematan su estructura de                         que, gradualmente, iba siendo cada vez más familiar en el transcurrir de los
        hormigón y, a sus horas, con su repicar invitan al creyente a participar en la                   días.
        oración. Al lado de la torre, el rectángulo que conforma el solemne Santuario
        de nuestra Señora. Un espacio amplio, discreto, que se ofrece como lugar
        pensado solo para orar. En su austeridad obliga al visitante a orientar su                       Lo que quedó en los que por allí pasaron
        mirada hacia un clásico retablo de 1505, donde se asienta la imagen de la
        Virgen del Camino. La luz cenital que cae sobre el presbiterio favorece una                      Muchos alumnos abandonaban el camino. Motivos variados podían explicar
        atmósfera de piedad inundada de silencio. Al atardecer, la luz tenue que                         esas marchas. Todos tuvimos la ocasión de recibir una educación esmerada.
        atraviesa la vidriera en la parte occidental del santuario y tamiza los rayos del                De allí salieron escritores reconocidos cuyos nombres vamos a dejar en el
        crepúsculo, no distrae ni desorienta, más bien facilita e invita al recogimiento.                anonimato. Más de un grupo musical que ha llegado a la fama tuvo su
                                                                                                         origen entre aquellas aulas, donde se iniciaron en el rasgueo de la guitarra,
        El santuario es un edificio moderno, obra cumbre de arquitectura religiosa,                      la percusión o a familiarización con los instrumentos de viento; también el
        1961, del dominico fr. Francisco Coello de Portugal. Nada distrae la mirada                      piano ayudó a muchos a emprender la carrera musical. Los había en casi
        que se orienta, instintivamente, hacia la figura central de su retablo: la imagen                todas las clases. Todos aquellos embriones de músicos siguen dejando en
        de María con Cristo muerto en sus brazos que, con cara desencajada,                              el aire melodías que se fueron entretejiendo en esos años primeros, donde
        parece preguntar a los que se acercan: “Vosotros, que pasáis por el camino,                      aprender a solfear era tarea fácil y amena. Porque la música escuchada y
        decidme si hay dolor semejante al mío”. Es la leyenda latina que está en la                      practicada, tenía un valor reconocido y apreciado. Allí aprendimos a saborear
        base donde se asienta la figura de la patrona de León.                                           la comida al compás de una sinfonía de Mozart o algún concierto de Vivaldi,
                                                                                                         Schubert…alguna pieza de Tomás Luis de Victoria cuando el tiempo requería




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