Page 15 - Virgen del Camino
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EL HOMBRE Y SU ROSTRO. RETRATO DE DOMINGO 2. La alegría de Domingo
Esta alegría es subrayada tanto por el beato Jordán como por Sor Cecilia:
alegría de su mismo semblante, expresión, como dice el beato Jordán, de su
Introducción. Sus retratos. mundo interior; y que subraya también sor Cecilia. Y como el corazón alegre
Toda reflexión sobre la vida de santo Domingo conviene que se realice alegra el semblante, la hilaridad y la benignidad del suyo trasparentaban la
teniéndole presente, ante una imagen que nosotros hayamos formado en placidez y el equilibrio del hombre interior. Ciertamente no le faltaron motivos
nuestra mente. Se consigue así evitar una reflexión, puede que profunda y en la vida a santo Domingo para turbar esa alegría. No se puede decir que
piadosa, pero despersonalizada, que pierda de vista la persona, que nos su predicación hubiera sido plena de éxitos, ni que sus frailes y monjas no
interesa. Sin esa referencia cognoscitiva nos costaría conseguir lo que es le dieran motivos de preocupación, que su Orden no fuera rechazada en
intención de estas reflexiones: acercarnos a la persona de Domingo de diversos lugares. Incluso su sensibilidad le hacía reconocerse pecador y sufrir
Guzmán, sentirle cerca para sentir el estímulo de su misma presencia. interiormente por su proprio pecado. Por eso, el ver que mantenía esa alegría
tan manifiesta, y, por ello, tan resaltada en quienes le conocieron, constituye
Tenemos la suerte de contar con descripciones plenamente creíbles de una peculiaridad relevante de su carácter.
su perfil humano y religioso: uno debido a la sensibilidad femenina de una
amiga suya, Sor Cecilia, monja que le conoció bien y escribió ampliamente 3. La ecuanimidad
sobre él, y otro a quien fue por él recibido en la Orden y luego le sucedería El beato Jordán de Sajonia destaca en Domingo la ecuanimidad, el equilibrio
en el cargo de Maestro de la Orden, Jordán de Sajonia. No por proceder de (algo que no se observa fácilmente en su contemporáneo Francisco de Asís),
personas que se sintieron subyugadas por la personalidad de Domingo de que brotaban de una profunda vida interior. Su centro de gravedad estaba
Guzmán merecen menos crédito. en el interior de su ser. No era persona que le trastornaran los acontecimientos
Un retrato siempre es el modo de ver de una persona a otra. El retrato no de cada momento, como cuando se vive en un equilibrio inestable. Por el
tiene por qué ser una simple fotografía de carné. Ni debe serlo. Unos para contrario, lo que se desprendía de su semblante era la placidez. Sin duda
los otros no somos simples fotografías: nos vemos a nuestro modo. El retrato que los frailes apreciaron ese equilibrio para que, a pesar de la insistencia del
real es el que está en la mente de quien conoce a la persona. Porque de santo en dejar de ser Maestro de la Orden, le obligaran a continuar siéndolo.
acuerdo con ese conocimiento se diseña la presencia en su vida. 4. El santo del abrazo
1. Domingo seductor La leyenda habla del encuentro entre santo Domingo y san Francisco. Es
Domingo es hombre que emerge de la seca y árida Castilla. Conocer verosímil, aunque no haya comprobación histórica. Lo importante es que
Caleruega es esperar ver en Domingo el curtido labrador, o aguerrido quienes le conocieron y se impregnaron de su estilo de vida vieron algo
guerrero, de principios claros, de honradez a cualquier precio, de mirada lógico el abrazo entre los dos patriarcas. Veían en ellos hombres de abrazo.
clara y franqueza en el hablar. Es un retrato tópico de lo mejor de un En el retablo de la iglesia Santo Domingo de Oviedo está expresado en
castellano. Por eso nos sorprende el retrato que hace de él la Beata Cecilia. un imponente grupo escultórico dicho abrazo. Son muchos los testigos de
Físicamente, “el color bermejo de sus cabellos y barba suavemente rubios”, canonización y otros biógrafos que en santo Domingo destacan el cariño que
no corresponde a la descripción que se puede espera de un hombre de tenía a los religiosos de otras órdenes. Hay que subrayar no sólo su fidelidad
la meseta. Pero es su psicología lo más peculiar: su carácter alborozado y a la Iglesia, fidelidad que se realiza en el intento de reformar y dar nuevo
risueño; su capacidad de seducción, que conducía no tanto a sus ideas impulso a la predicación, sino también esas relaciones cordiales con otros
como a su amor y respeto. También el beato Jordán habla de su poder de miembros significados de la Iglesia. Santo Domingo fundó una Orden, no
atracción. Él mismo lo experimentó. Poder de atracción que lo cifra en gran una secta. No necesitaba cerrarse en sí misma, dedicar tiempo a defenderse
parte en la alegría que brotaba de él, en su rostro risueño. Dice así el beato o a valorarse frente a otras instancias, sino abrazarse a ellas, colaborar con
Jordán: Y como la alegría brillase siempre en su cara, fiel testimonio de su ellas, mantener cordiales relaciones entre los miembros de distintas órdenes
buena conciencia…con ella se atraía fácilmente el afecto de todos; cuantos o grupos de Iglesia. La historia nos dice que es necesario destacar este
le miraban quedaban de él prendados. hecho porque más de una vez han surgido entre los institutos, movimientos,
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