Page 356 - Laviana
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sonrosadas. Un arroyo cristalino serpentea por en medio, esparciendo                       Sarrió, sin embargo, es trasunto de Gijón en todas las obras de Palacio Valdés en que
              amenidad y frescura. Delante tenéis la gran mancha del Océano; detrás,                     aparece y personalmente pienso que también en ésta. No será cosa de ponernos
              las cimas lejanas de algunas montañas, que forman oscuro y abrupto                         a analizarlo con el mismo énfasis y el mismo interés e idéntico apasionamiento con
              cordón en torno de la campiña, que es dilatada y llana. Cerca ya de la                     que de siempre  se ha  discutido la ubicación  real de Rodillero,  pero se nos  hace
              mar, comenzáis a descender rápidamente, siguiendo el arroyo, hacia un                      preciso creer al propio autor cuando afirma que “al cumplir los 30 años me casé con
              barranco negro y adusto. En el fondo está Rodillero”.                                      una joven de 16 en Gijón, ciudad marítima de Asturias, que describo en mi novela
                                                                                                         El Cuarto Poder con el nombre de Sarrió”. Como el propio autor escribe en carta a

                                                                                                         Edmund Gosse.
        Y prosigue la descripción: casuchas enclavadas en la misma peña, casas colocadas                 Gijón, y aquí sí con su topónimo real, aparece como el escenario del primer capítulo
        unas encima de otras en forma de escalinata, lanchas que se están carenando, redes               de  La  alegría  del  capitán  Ribot,  novela  de  1899  que  en  capítulos  subsiguientes
        tendidas en el suelo… un paisaje típico de un pueblo marinero que tanto puede ser                proseguirá por tierras valencianas.
        Candás, como Cudillero como algunos otros pueblos de la costa asturiana. El propio
        Palacio Valdés, abundando en esta polémica Candás/Cudillero, y en carta dirigida                 Luanco será el escenario de La fe (1892), aunque enmascarado bajo el seudónimo
        al editor de José en Estados Unidos (Deobleday, Dorand and Company, Inc; Garden                  de Peñascosa que se nos describe de manera inconfundible:
        y City, New York, 1932), vuelve a redondear la especie:


                                                                                                              “Peñascosa está situada en el fondo de una pequeña ensenada del
              “Aunque yo he colocado la escena de  José en Cudillero (Rodillero),                             Cantábrico. Su caserío se extiende todo él por la orilla del mar, sin
              como sólo de paso he estado en ese pueblo, todo el ambiente y todos                             penetrar más de cien varas en lo interior. Sólo allá en el vértice de la
              los personajes se han tomado de Candás, otro pueblecito de la costa de                          angostura hay una plaza medianamente espaciosa, de la cual arranca
              Asturias, donde he pasado muchos veraneos... por lo tanto, los nombres                          la carretera que conduce a Nieva. La parte de la villa que se extiende
              que figuran en  José son unos supuestos, y otros de las cercanías de                            a la derfecha es menos importante y extensa que la de la izquierda. Por
              Candás”,                                                                                        esta orilla corre la mejor y aun puede decirse la única calle del pueblo.
                                                                                                              Es larga, empinada a trozos, a trozos llana, ancha en algunos pasajes y
                                                                                                              en otros estrecha, con ánditos de un lado para los transeúntes. Las casas
        con lo cual se ponen al descubierto quizás algunas de las incongruencias narrativas                   tienen salida a la mar por medio de escaleras mejor o peor labradas,
        sobre toponimias reales que han servido para que partidarios de una u otra ubicación                  según la importancia del edificio. Termina en el Campo de los Desmayos,
        afilaran sus armas en uno u otro sentido.                                                             donde se alza la iglesia, sobre una punta de tierra que avanza en el mar”

        Recientemente he podido contrastar el manuscrito original de José, que se conserva
        en el Archivo Histórico Nacional, y en las primeras páginas se advierte, corregido,              A continuación describe el campo y el muelle, del que dice que “es un espolón de
        Cudillero en lugar de Rodillero. Incluso en dos ocasiones se olvida de la corrección             piedra que arranca de la calle mencionada hacia su promedio y avanza poco más
        y aparece Cudillero por derecho propio. En las páginas siguientes ya aparece                     de cien varas por el mar”, y pone en contraste la seguridad de ese puerto con la del
        Rodillero, sin correcciones, en todas sus apariciones. Esto nos indica claramente que            puerto de Sarrió (=Gijón).
        en el subconsciente de Palacio Valdés vibraba el recuerdo de Cudillero.
                                                                                                         La descripción que se nos hace de Peñascosa (en realidad, de una calle y su puerto,
        Algo similar ocurre con El cuarto poder, novela de 1888 que se desarrolla en Sarrió,             que era lo que entonces suponía Luanco) nos remite, casi con exactitud, salvo en
        topónimo ficticio en el que algunos estudiosos, como Roca Franquesa o como Justo                 los inevitables detalles y contrastes que ha impuesto el paso del tiempo, a lo que
        Ureña, que fuera cronista oficial de Avilés, han querido ver, como en el Nieva de                conocemos de esa parte de Luanco que hoy se conserva.
        Marta y María, un trasunto de Avilés y aportan detalles toponímicos e históricos que
        parecen avalarlo. Patricio Adúriz, el que fuera cronista oficial de Gijón, dice que “es          Oviedo es, como Avilés y Laviana, según queda dicho, una constante en la vida
        un producto mixto en el que hay retazos del Avilés de la infancia del escritor y el Gijón        de Palacio Valdés, pero también en su obra. Son muchas las veces que Oviedo
        de sus correrías de mocedad”, postura que subraya también María Elvira Muñiz. José               aparece en distintas obras y cuentos. Unas veces como Oviedo, como en el cuento
        Manuel Feito ha dedicado muchas páginas a rastrear la presencia avilesina tras el                Polifemo, que se desarrolla en el Campo de San Francisco; o como en dos cuentos
        seudónimo Sarrió.                                                                                de la serie Tiempos felices (1933): en “Cómo se casó Brañanova” el protagonista es
                                                                                                         de Oviedo, y cuenta algunas de sus vivencias en la ciudad, y en “Cómo se casó



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