Page 360 - Laviana
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irrupciones de enemigos o curiosos. Se respira aquí una profunda ternura,                  nuestra región, especialmente en su obra Testamento literario (1929), en la que reúne
              se siente la presencia del espíritu de infinita paz que nos da la plenitud de              sus ideas estéticas, que entrevera con muchos de sus recuerdos personales, entre los
              vida, la salud del alma y el vigor del cuerpo.                                             que destacan los de su familia y sus amigos asturianos —Clarín, Tuero, Pío Rubín…—
                                                                                                         y sobre todo en La novela de un novelista (1921), libro de memorias que este año
              Mi corazón palpita todavía al recuerdo de aquellas horas en que                            celebra su centenario y en el que recoge los recuerdos de sus vivencias de infancia
              flotaba sobre  un mar de eternas  delicias. Tendido so bre el césped,                      y adolescencia en Laviana, Avilés y Oviedo. De los 38 capítulos del libro, 7 reflejan
              hundiendo mis ojos en los abismos azulados del firmamento sobre el cual                    vivencias y momentos de Laviana, 19 de Avilés y 12 de Oviedo.
              pasaban volando como fantasmas algunas nubes, sintiendo en torno
              mío hormiguear entre la yerba un  mundo microscópico, compuesto                            Creo que con todas estas notas que he venido desgranando, queda perfectamente
              de innumerables insectos que se agitaban igualmente dichosos, sentía                       perfilada la asturianía de Palacio Valdés; asturianía que en su caso trasciende lo
              correr por mis venas la vida abundante, poderosa, armónica coma una                        inmediato, el reducido mundo de su biografía, y se eleva a la universalidad que
              sinfonía de la naturaleza inmortal.                                                        desde el título de esta colaboración he venido reclamando.

              Parecíame que la tierra me sustentaba con amor ofrecién dome sus                           Universalidad que le viene por distintos caminos.
              dones, que participaba de su felicidad y vivía en mística unidad con ella.
              Los pájaros, tendiendo su vuelo por el aire, despertaban en mí ansias de                   En primer lugar por la temática de sus obras. A pesar de que sitúe sus obras en España
              lanzarme a regiones más luminosas, me causaban un estremecimiento                          y en muy concretos lugares, y especialmente de Asturias, no olvidemos que se trata
              de vértigo, el presentimiento feliz y terrible a la vez de lo sobrenatural,                de un autor realista, la temática de su obra es universal: amores, odios, vivencias
              mientras los insectos murmurando en torno me narraban al oído sus                          personales al borde de la duda, reflexiones con trasfondo religioso, sensaciones ante
              diminutos amores haciendo resonar en mi corazón vagos y punzantes                          la muerte y, sobre todo, la vida cotidiana de pueblos y ciudades, todo ello envuelto
              deseos.”                                                                                   en un suave humorismo trazado con una prosa amable y sugerente, incluso en los
                                                                                                         pocos casos en que el naturalismo más descarnado se hace presente.

                                                                                                         Este tratamiento de los temas, muy agradecido por la burguesía de la época, es lo
        El contraste que de esta comparación con cualquiera de las que pudiéramos extraer                que le convierte en el escritor más leído y más apreciado de su tiempo en España,
        de las cuatro novelas mencionadas arrojaría la evidencia de que Palacio Valdés, a                donde vivió —sobre todo en la década de 1920 a 1930— una fama reconocida en
        la hora de describir su concejo natal —como otros lugares, según hemos venido                    todos los ámbitos: se le tributaron homenajes, se dio su nombre a calles de distintas
        viendo— bebe de la realidad circundante, toma apuntes del natural inmediato,                     ciudades, incluso a un teatro, se editaron y reeditaron sus obras, se solicitó el Premio
        aunque  nos lo  da enmarcado  en envoltura  literaria  consciente  de sus  propios               Nobel, se le concedió la gran Cruz de Alfonso XII en España y la Gran Cruz del Mérito
        recursos y capaz de trascender la mera anécdota de si una obra se sitúa aquí o allá.             Civil en Francia, se llevaron sus obras al cine y al teatro… y como consecuencia de
                                                                                                         este conocimiento se tradujeron sus obras a los idiomas cultos de todo el mundo.
        Ahora bien, aunque extractando de unas y de otras obras, bien pudiera reunirse su                Sigue siendo día de hoy el escritor español más traducido.
        conocimiento y su visión de Asturias, creo que es en La aldea perdida donde su autor
        se da y nos da un auténtico baño de asturianía. En esta novela, en la que Palacio                Concluyo. Nos hallamos ante un escritor asturiano, que ha hecho de Asturias y de lo
        Valdés enfrenta el mundo patriarcal de la agricultura y ganadería con el emergente               asturiano un creativo leit-motiv, y que a través de sus obras ha llevado el nombre de
        mundo industrial de la minería, que comienza a instalar sus reales en el concejo de              Asturias al mundo entero y, sin perder un ápice de su asturianía y del amor al terruño,
        Laviana, Asturias y lo asturiano tienen presencia viva y cotidiana. En ella conocemos            pudo encaramarse a las más codiciadas cimas de la gloria literaria alcanzando
        usos y costumbres y formas de vestir, asistimos a romerías, esfoyazas y filandones,              una universalidad que se ha ido depreciando con el paso de los tiempos, con la
        vemos transcurrir las estaciones del año con las labores agrícolas que en cada una               incorporación de nuevos y más activos valores al canon literario, pero que no deja
        se desarrollan, conocemos útiles y enseres de labranza, tomamos unos vasos de sidra              de señalarnos a un autor de voz propia en el concierto literario universal.
        en un llagar que todavía hoy se conserva, entonamos algunas canciones que el
        paso del tiempo ha hecho olvidar y rescatamos algunas estrofas de la danza prima
        —ay, un galán de esta villa…— al tiempo que asistimos a formas de cortejo que el                 Emilio Barbón Martínez (1930-2003)
        tiempo ha borrado y transformado, y nos sumergimos sobre todo en la descripción y
        vivencia de un paisaje que nos revela un modo de vida…                                           A pesar de haber nacido con una parálisis que le afectaba ambas piernas, a través
                                                                                                         de un gran sacrificio personal y familiar consiguió estudiar la carrera de Derecho en
        Aparte de estas diez novelas en las que el escenario elegido es Asturias, hay otras              la Universidad de Oviedo, y establecerse como abogado primero, en Barredos; y
        muchas más menciones a lo largo de sus otras obras a todo lo que tiene que ver con               posteriormente en Pola de Laviana. Su despacho fue el centro de la reconstrucción de



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