Page 492 - San martín del Rey Aurelio
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CSN Carlos Suárez Nieto
Catedrático Emérito de Otorrinolaringología. Director Científico
del Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias
SANTA BÁRBARA
(Santa Bárbara)
Introducción:
Nací y viví mi primera infancia en Sama de Langreo, a orillas del
Nalón, cuando las aguas de un negro espeso bajaban tumultuosas,
nada que ver con el azulado y cristalino aspecto que presentaban
apenas 15 km río arriba. En esa etapa, de la que después de tantos
años se mezclan en el recuerdo la realidad y los sueños, donde los
contornos de las imágenes y los hechos están necesariamente difu-
minados, el nombre de Santa Bárbara aparecía muy frecuentemente
en las conversaciones familiares, convirtiéndose para mí, que no ha-
bía estado nunca allí, en un lugar enigmático, del que suponía unas
dimensiones muy superiores a las reales. El caso es que mi padre,
aunque vió por primera vez la luz en La Felguera, a poco de nacer
pasó a residir en Santa Bárbara, donde mis abuelos montaron un
modesto negocio que, con estrecheces, les permitió que dos de sus
hijos hicieran una carrera de grado medio y mi padre pudiera cursar
los estudios de Medicina en Valladolid. Por las empinadas praderas
de Santa Bárbara correteó mi padre hasta que a los 16 años la familia
se trasladó a Gijón.
Aunque Palacio Valdés situó la acción de La aldea perdida en el con-
cejo de Laviana, a escasa distancia del contiguo concejo de San Mar-
tín del rey Aurelio, la novela bien podría haber estado ambientada
en Santa Bárbara u otros pequeños núcleos poblacionales colgados
de las montañas del valle del Nalón, ya que los cambios socioeco-
nómicos promovidos por la explotación de las minas y la industria-
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