Page 292 - San martín del Rey Aurelio
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dio fue el Sr. Calvo, que creó una academia donde estudiaron mu-
            chas personas, hoy día grandes profesionales, que guardan un gran
            recuerdo de este profesor.

            En aquellos años y para evitar la desnutrición o enfermedades ca-
            renciales, por la mañana nos daban un vaso de leche “en polvo”, que
            cada día la preparábamos dos de nosotros; había que poner mucho
            esmero y calentar bien el agua, pues de lo contrario se formaban
            grumos que a ninguno nos gustaba, es más, había niños que si po-
            dían evitarlo no lo tomaban. Recuerdo que venían los polvos en bi-
            dones grandes y se echaban en cierta proporción en el agua caliente
            y se removía constantemente; a veces no se podía calentar el agua
            por no disponer del calentador, entonces a todos nos costaba tomar
            la leche, e incluso algunos llegaban a vomitar.

            Por las tardes, y en el mismo sentido, llevábamos un trozo de pan
            abierto por la mitad, para que Don Manuel nos lo rellenara de man-
            tequilla o de queso. Los envases eran unas latas cilíndricas amarillas,
            y en su interior estaba la mantequilla medio solidificada o el queso,
            alternábamos unos días uno u otro alimento.

            Sanidad.
            En un principio que yo recuerde, el Centro de Salud era el famo-
            so “Botiquín”, que estaba el Pontón en el margen derecho del rio
            Santa Bárbara, al lado de la tolva del carbón y del almacén de duro
            Felguera; posteriormente este centro se trasladó a La Angarriella.
            Subíamos las escaleras al primer piso, y allí estaban las consultas de
            los Practicantes y a continuación los Médicos.

            Recuerdo el nombre de los médicos, D. Emiliano Guerra, D. Luis Es-
            candón, Dr. Faustino Escandón, Dr. Contreras, Dr. Nuño y Dr. Celso
            Solís  (este último  pasaba  consulta  también  en Blimea,  donde  era
            muy querido), y de los practicantes Carcedo, Reinerio (“Nino”),Fidel,
            Jeremías, Marcelino y Elviro.

            La Maternidad.
            Estaba ubicada en el margen derecho del río Nalón, enfrente de la
            entrada de la Plaza de Abastos. La dirigía el Dr. Faustino Escandón








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