Page 514 - Gamoneu

El queso Gamonéu en la historia
junto a Antonio Sierra Suero, se le debe un reconocimiento, como los pastores y
queseros más sacrificados del Puerto. Junto a Toño, Gustavo y Pedro Fernández
Asprón, pastores no elaboradores de queso.
Notas:
[1] Varias entrevistas personales. 17-4-2014 y 12-7-2015. Además de la estrecha y
cordial relación durante muchos años, en lo que me permitió disponer de innumerables
relatos y confidencias.
[2] Antonio Asprón Remís o “Antón el de Casilda” su nieto, me doy cuenta, que, en
sus relatos, que no sabía el motivo de llamarlo de este modo, Casilda es la madre de
Antón. De familia muy humilde de Benia de Onís, apenas tenían hacienda propia. Por
tal motivo deambuló por las distintas vegas del concejo. Sus otros hermanos Pedro y
Manuela, hicieron su vida fuera del concejo. El nombre de su hija Manuela Asprón
Castro, responde al de su madrina y tía la citada Manuela.
[3] Cabeza de familia, se consideraba a una persona adulta, preferentemente varón
y mayor de 25 años (es cuando gozaba de derechos civiles plenos incluso el voto)
aunque Manuela Asprón fuese viuda, y por tanto tenía capacidad para ser cabeza de
familia, Su padre Antonio, la ejercía. Si prejuzgar la valía de Manuela, todos los que la
conocimos, sabemos de ser una mujer muy capaz, además de su seriedad y bondad.
Comentario: El abuelo Antonio Posada Remís, si fue pastor en varias vegas es por
el motivo de no tener sus padres bastante ganadería. Ya de niño estuvo de “criado”
con algunas familias más pudientes de Benia de Onís. Este aspecto de “servir” a otras
personas, se daba bastante en Onís (obviamente en toda Asturias) por un sueldo que era
la alimentación básica y el vestido. Por este medio llegaron a Onís diversos apellidos
nuevos en el conejo. Los Arduengo, Tomás, Traviesa, Piñán (tal como es el segundo de
mi tatarabuelo) Gutiérrez Piñan y otros más procedentes de la mina de Bujerrera.
Al ir cumpliendo años se convierte poco a poco en propietario, llegando a ser uno de
los mayores contribuyentes de Onís por Riqueza Rustica (entre los 20 primeros) lo que
le permitió formar parte de la Junta de Asociados de Contribuyentes, órgano anexo al
ayuntamiento a efectos fiscales.
ANEXO III
3. LA VEGA DE ARIO UNA EXCELSA VEGA.
Me centraré en la vega más alta del concejo de Onís, situada en el extremo sur del
concejo, a una altitud de unos 1750 m. Bella entre todas, majestuosa e indómita
por el rigor del clima y elevación. Encierra mucha sabiduría pastoril, tradición de
elaboración de los mejores quesos de Gamoneu.
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También encierra algún misterio, por ejemplo, la razón por la cual es habitada por los
pastores más alejados a la misma. La mayoría de La Robellada, el pueblo de Onís más
al extremo al norte de Ario. No preguntamos que es la razón de este alejamiento. Un
viaje de ida y vuelta, siempre cargado con alimentos u otras cosas necesarias al subir y
bajar animales o queso a la bajada. El tiempo total es aproximadamente de diez horas.
El reino de los rebecos y sosiego del Marqués de Pidal.
Hay dos personalidades que no debemos de dejar de citar: D. José Ramón Lueje y el
Marqués de Villaviciosa D. Pedro Pidal. Al final añadiremos dos más en su momento.
José Ramón Lueje (1903-1981), insigne montañero, gran conocedor de los pastores y
fotógrafo, gran entendido del paisaje y paisanaje.
Escribía don José Ramón respecto a la vega de Ario:
“La belleza natural se halla presente, pródigamente, fecundamente, a lo ancho
y largo de la tierra asturiana, pero en parte alguna es tan extraordinariamente
brillante como lo es la vega de Ario”.
Continuaba con el siguiente párrafo:
“No se debe de hablar de Ario sin el verbo emoción. Ario es paisaje único,
impar, original, sin parecido con otro alguno. Es grandeza portentosa, soberana
dentro de las grandezas que atesora la Montaña excepcional del Cornión”
No se olvida de los hombres, mujeres y niños, que pastoreaban en la época estiva en
la vega:
“…Hay que asistir en Ario a la hora de morir el día, allí en la línea de las
cabañas entre los gritos de gente pastora y el alboroto de los rebaños que
acuden al gusto de la sal…”
No es tan bucólica la imagen de las gentes que pueblan la vega de Ario. Es
también la lucha continua del hombre con el medio que le es hostil. De la penalidad
de subir y bajar en el mismo día de La Robellada a majada. Allí la vida pastoril se
desarrolla, en un ámbito de escasez y sacrificio. Estás últimas décadas, se pretende
relacionar el pastoreo en la majada con la libertad y la abundancia.
Son varios autores que inciden en este contexto, del cual me permito discrepar
ampliamente. Veamos las cuestiones que nos deja escritas don Aureliano del Llano
Ampudía. De formación eminentemente técnica, es sin embargo un gran humanista.
Conocedor de la historia, las costumbres y la etnografía asturiana, como pocos la
descubrieron y relataron.
“Majada o vega de Ario, se compone de doce cabañas habitadas durante el
verano, por ancianos, jóvenes y niños del pueblo de La Robellada, concejo de
Onís”.
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