Page 31 - Asturias, Covadonga y su entorno natural
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REAL SITIO DE COVADONGA Covadonga
por Ventura Rodríguez. Dos objetivos larga- de la Iglesia española y de los sucesos políti-
mente anhelados por el Cabildo, deseoso de cos nacionales, la primera piedra no fue colo-
que la Cueva siguiese conservando su secular cada hasta el 11 de Noviembre de 1877. Para
condición de lugar central en el culto que se esta fecha, y tras producirse la restauración
le tributaba a la Virgen en el Santuario y que de los Borbones en el trono de España, ya se
el nuevo templo se construyese en un lugar le habían abierto al obispo ovetense nuevas
más distante de la Cueva. Problemas que ya perspectivas y mayores esperanzas en orden
se habían suscitado un siglo antes y que aún a lograr su objetivo de elevar el santuario de
estaban sin resolver satisfactoria y definitiva- Covadonga al nivel que le correspondía por su
mente. alta significación en la historia patria. Buena
muestra de los nuevos vientos que corrían a
Ambas obras fueron proyectadas y dirigidas favor de Covadonga fue la presencia, unos me-
de manera personalísima por el propio prela- ses antes, del propio rey Alfonso XII, acompa-
do con la estrecha colaboración de don Ro- ñado de su hermana la infanta Isabel, para dis-
berto Frassinelli, conocido como el “alemán parar el primer barreno con el que se iniciaba
de Corao”, y el canónigo don Máximo de la el desmonte del Cerro de El Cuetu sobre el
Vega. Si el ingeniero aportó sus ideas y cono- que se levantaría el monumental templo.
cimientos arquitectónicos y artísticos, el ca-
nónigo velaba incansable y celosamente por Paralelamente, se habían ido madurando
el desarrollo de las obras. ideas y proyectos sobre el estilo arquitectó-
nico del edificio que finalmente, y tras valorar
En 1874 se puso ya la primera piedra del el estilo prerrománico y bizantino, seguido en
Camarín de la Virgen, diseñado con claras el Camarín, se optó por el románico tardío.
referencias al arte medieval asturiano pero El traslado del prelado a la sede vallisoletana
de estilo netamente ecléctico, donde se mez- hizo que las obras se parasen en 1881, reto-
claban elementos simbólicos y ornamentales mándose en 1884, gracias a la decidida pos-
diversos, inspirados en el arte visigótico, ro- tura del nuevo obispo Fr. Ramón Martínez
mánico y gótico. Esta construcción, ubicada Vigil, negándose a entrar en la diócesis hasta
lateralmente, donde supuestamente había que no se reanudasen las obras de Covadon-
estado el templo alfonsino, ponía fin a la ga, ahora ya bajo la dirección del arquitecto
concepción tradicional que cerraba la Cueva, Federico Aparici.
como durante siglos lo había hecho el “Tem-
plo del Milagro”, así denominada popularmen- A este prelado asturiano le corresponde el
te aquella estructura de madera suspendida mérito de haber concluido, tras diecisiete
hacia fuera, tal como aparece en un conocido años de trabajos las obras de la actual Basíli-
grabado de 1759. De este modo la Cueva re- ca y la reorganización de la vida capitular con
cuperaba, después de muchos siglos, su ca- los Estatutos de 1901. Redactados conforme
rácter natural y valor paisajístico, junto a su al Concordato de 1851, elevaban a once los
primitivo y hondo mensaje religioso. miembros del cabildo, establecían con clari-
dad las funciones de cada uno, ponían fin a
Poco tiempo después, el día 9 de Septiembre problemas seculares y garantizaban el funcio-
de aquel mismo año, con ocasión de la con- namiento del Santuario y la atención de los
sagración del Camarín, el obispo anunció peregrinos mediante un cuerpo capitular bien
solemnemente a los fieles el proyecto de un organizado y sensible al importante papel es-
gran templo para Covadonga. Sin embargo, piritual y regenerador de la sociedad españo-
como consecuencia de la situación económica la que Covadonga debía desempeñar. Puesto
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