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y la figura del cerdo, pero es una ejecución de calidad, de notable
expresividad. 5
El altar de la Virgen del Carmen
El altar de la Virgen del Carmen es de estilo neoclásico, de madera
policromada y dorada. Fue el último que se hizo en el siglo XVIII, la
imagen que lo preside mide unos cuarenta centímetros, y según
6
el profesor Ramallo Asensio se adscribe a la órbita de Antonio de
Borja.
Tenemos aquí un San Antonio Abad del siglo XVII, de madera poli-
cromada, ensamblada y tallada y restaurada en 2004 por el taller
de Jesús Puras.
Confesionarios y suelo
La Iglesia tiene tres confesionarios situados en la nave del templo,
y otro de mayores dimensiones que está en la sacristía. Son verda-
deras joyas del arte mueble que se hicieron reutilizando piezas de
madera policromada de los anteriores retablos del siglo XVII de la
Virgen del Rosario y de la Magdalena.
En el suelo hay antiguos enterramientos con grandes piedras nu-
meradas, algunas con encajes, probablemente para facilitar su
manejo.
La Dolorosa
Es del siglo XIII y la llamábamos la “Virgen negra” porque era de ese
color, hasta que hace pocos años se restauró y apareció en todo
su esplendor. Las referencias orales la sitúan siempre como perte-
neciente a este edificio, por lo que puede ser una de las imágenes
más antiguas de la parroquia y, por su tipología, seguramente for-
5 Antes de su restauración, en Caleao decían que era San Pedro “arrepintíu”. Parece ser que
hay una imagen igual en la iglesia parroquial de Cudillero.
6 Ramallo Asensio, Germán, Escultura barroca en Asturias, IDEA, Oviedo, 1985, p. 569.
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