Page 333 - San martín del Rey Aurelio
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ley no escrita de los pequeños pueblos donde casi todo el mundo
se conoce. Yo seguía sin saber como deshacerme de aquella incó-
moda situación, pero debía afrontar lo inevitable. Hablemos claro.
Creo que ya deben saber la verdad. Yo fui testigo de la muerte del
señor Mateo y, quizás, habría mucha gente preocupada por lo que
yo pudiera hacer o decir.
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