Page 304 - San martín del Rey Aurelio
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por eso quiero rendirles mi testimonio de amistad profunda a estos
amigos del alma.
Canto a mi parroquia: San Martín.
En este escrito sobre mi pueblo permitidme que dedique un capítulo
de agradecimiento a mi Parroquia de san Martin, porque desde finales
de Abril de 1947 día de mi Bautismo formé parte de esta célula viva,
de este signo tan visible y tan cercano de la Iglesia que es mi Parro-
quia. En ella estoy vinculado a la Iglesia que peregrina en Asturias.
Una obra importante para este pueblo fue la construcción del Tem-
plo Parroquial, que supuso un gran esfuerzo de todos los cristianos
de nuestra Parroquia, animado por el Párroco Don Marcelino Llaneza
que puso en ello su empeño e ilusión sacerdotal. La construcción del
templo fue un hermosos testimonio de colaboración según cuentan
muchos mayores que arrimaron el hombro.
Así lo vi y así lo viví, en el pueblo había una Iglesia muy vieja y pe-
queña, que estaba en el sitio donde hoy está un ala del Colegio San
José, regentado por las Dominicas de Santo Domingo de Grana-
da, con que cariño recuerdo a Sor Sacramento y a Sor Mercedes. El
pueblo estaba creciendo y se vio la necesidad de levantar un nuevo
templo. Yo era muy pequeño, pero lo viví muy de cerca porque form-
aba parte del grupo de monaguillos con Ramón, Corsino, Graciano,
Luisito Loly el de la Capilla y vimos la ilusión de Don Marcelino y Don
Domingo, aquel Coadjutor que siempre estaba sonriente, que bien
me hizo personalmente, su manera de ser y su acercamiento a los
niños y a las personas mayores. A nosotros nos tocó la última parte,
es decir la culminación de la obra y la inauguración.
Pero lo que yo recuerdo con cariño no es el edificio que para los de
nuestra generación es precioso, porque es algo que nos identifica
con nuestras raíces, sino lo que significa para nosotros esta Iglesia
Parroquial como la casa de todos donde los sacerdotes jugaron un
papel importante: yo recuerdo a Don Marcelino, Párroco, y al Co-
adjutor que estaba con él que era Don Domingo que fue quien me
dio la Primera Comunión; después pasaron como Coadjutores Don
Celso, Don Antonio, Don Andrés, Don Federico; como Párroco Don
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