Page 212 - Peñamellera Alta
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EL RAPAZ DE ALLES





                                                                         Isidro Caballero Sardina



                 Aunque Benito hizo su primer guiño al sol en San
                 Roque del Acebal, más tarde vivió en Oceño y no se
                 afincó  definitivamente  en Alles  hasta  1951,  en  que
                 sus padres se instalaron definitivamente allí, al lado
                 de la bolera.

                 El historial deportivo se inicia cuando todavía Benito
                 vestía pantalones cortos en la bolera
                 llanisca del “Bar Palacios”, ya desaparecida, donde
                 con diecisiete años logra quedar Campeón de Astu-
                 rias de Primera Categoría (1959). Allí demostró que
                 el pantalón corto no es un estigma de inferioridad
                 para los que tienen madera de campeones.


                 Luego ha sido dos veces Campeón de España Absoluto, lo digo ya aunque volveré sobre
                 ello, por si alguno que pudiera leer estas líneas lo ignora o simplemente, ya con el paso de
                 medio siglo, no se recuerda. También ha sido diez veces Campeón de Asturias individual,
                 ocho Campeón de Asturias por parejas, una vez Campeón de España de Clubs, cinco veces
                 Campeón del Torneo Diputación (Liga División de Honor), tres veces campeón de la liga de
                 ( Segunda Categoría.) A nivel de peña Benito jugó en la P. B. Corral de Treceno, La Campa-
                 nona de Alles, la P. B. de Torrelavega, la P. B. de Comillas, la P. B. La Rabia, la P. B. Santa
                 María del Sel y la P. B. Construcciones Rotella. En todas ellas puso lo mejor de si mismo
                 para intentar llevar a buen puerto aquellos proyectos por los que esas peñas lucharon.
                 Durante varios años formó con Fidel Linares una de las parejas más sobresalientes y em-
                 blemáticas del bolo palma.
                                                          Y todo eso a pesar de haber tenido una impor-
                                                          tante lesión de espalda que le hizo jugar
                                                          siempre con molestias y pasar por el quirófano.
                                                          Y aunque volvió otra vez a las boleras con la
                                                          fuerza de un novillero tuvo que dejar el juego
                                                          casi en sus mejores años. Se fue con una mo-
                                                          chila rebosante de amigos y un buen número de
                                                          títulos, copas y trofeos que se recrean con orgu-
                                                          llo en su coqueta vitrina de su casa de Alles, por
                                                          cierto muy poco conocida.



                                                          Panorámica de la bolera de la Plaza de las estaciones. Santander.
                                                          donde Benito se proclamó por primera vez Campeón de España
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