Page 19 - Asturias, Covadonga y su entorno natural
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REAL SITIO DE COVADONGA Covadonga





                     los primeros años del reinado de Felipe II a   “El Monasterio de Nra. Sra. San-
                     través de donaciones y regalos, como algunos   ta  María  de  Cobadonga  es  de
                     cálices que figuran en los inventarios antiguos   Canónigos Reglares de la Orden
                     de la colegial. Pero será sobre todo la visita   de San Agustín en las Asturias
                     que en 1572 hizo a Covadonga el biblioteca-
                     rio real Ambrosio de Morales, recogida en su   de Oviedo, a doze leguas de la
                    Viage Santo a los Reynos de León y Galicia   Ciudad de Oviedo, y de aquella
                     y Principado de Asturias, (donde describe   Diócesis, y de fundación Real, y
                     pormenorizadamente  la  situación  del  San-  la Abbadía deel es del Patronaz-
                     tuario y pone sobre el tapete los problemas   go de S.M., y de su presentazión,
                     que  le  aquejaban),  marcará  el  arranque  de
                     una progresiva y decidida intervención de los   y colacción del Obispo de Ovie-
                     monarcas en Covadonga. Las palabras con las   do...”
                     que el clérigo cordobés cierra su informe son
                     bien expresivas en este sentido:
                                                           Desde esta fecha, y por espacio de práctica-
                                                           mente  una  centuria,  la  intervención  real  se
                       “El  remedio  de  la  pobreza  que   patentiza  en  las  sucesivas  provisiones  de  la
                       agora  hay,  quando  S.M.  fuere    abadía,  la  concesión  de  algunas  limosnas  y
                       servido  entenderlo,  allá  se      alhajas para el culto y en la reiterada petición
                                                           de informes sobre la situación del Santuario y
                       platicará,  placiendo  a  Dios,  el estado de sus rentas y canonjías.
                       quando yo vuelva”.
                                                           Sin  embargo,  es  obligado  reconocer  que
                                                           fueron sobre todo los reiterados y rigurosos
                                                           informes  de  los  prelados  ovetenses  denun-
                     De  este  modo,  Morales  reservó  los  asuntos   ciando  la  tremenda  pobreza  que  lo  asolaba,
                     de Covadonga, junto con otros del viaje que   la permanente ausencia del abad y la escasa
                     reclamaban  urgente  solución,  para  una  con-  presencia  del  resto  de  los  capitulares,  con
                     versación  privada  con  el  monarca  donde  se   las  consecuencias  que  esto  acarreaba  en  la
                     pudiese  estudiar  el  mejor  modo  de  abordar   celebración del culto divino y en la atención
                     los problemas, y sin duda así lo hizo. Al rey   a  peregrinos  y  devotos,  los  que  provocaron
                     prudente se debe pues, que Covadonga en-  esta decidida y beneficiosa intervención de la
                     trase de lleno en los planes y preocupaciones   Corona, encaminada a revitalizar el Santuario.
                     de  la  Corona,  iniciándose  una  relación  muy   Intervención que pretenderá poner fin a los
                     estrecha y fecunda, cuyos ecos llegan hasta   males seculares que lo afligen  y cuyo punto
                     la actualidad.                        de partida se sitúa en el año 1615, cuando se
                                                           proveyó la abadía de Covadonga en el canóni-
                     La  doble  circunstancia  de  tratarse  de  una   go Pedro Álvarez  de Cilleruelo, abad de San
                     abadía de fundación real y que, desde algunas   Julián de Viñón. Efectuándose de este modo
                     décadas atrás, la presentación de los abades   la unión de ambas abadías, a la par que se le
                     se efectuase por los monarcas hizo que, tras   otorgaba una silla de dignidad en la catedral
                     la Averiguación del deán Chirivoga en 1613,   de  Oviedo,  recuperando  así  un  antiguo  pri-
                     Covadonga  quedase  definitivamente  inscrita   vilegio ya ostentado, tal como se desprende
                     en el Libro del Patronato Real Eclesiástico   de un documento medieval conservado en el
                     en estos términos:



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