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les, manifestaciones culturales y también las aspiraciones de futu-
        ro de un concejo estratégicamente enclavado, que necesita de la
        inversión y el compromiso suficiente de toda Asturias para entrar
        con fuerza en un nuevo escenario de posibilidades, que su paisaje y
        paisanaje ofrecen a una simple mirada. Inmunizado de los proble-
        mas de calidad ambiental que se sufrieron en el valle, Caso tiene la
        oportunidad de explotar su valor paisajístico sin poner en riesgo su
        sostenibilidad.


        La montaña hace posible que Caso sea una de las mayores reservas
        hidrológicas de Asturias; el río Nalón representa mejor que ningún
        otro símbolo el elemento agua que tantas posibilidades debe ofre-
        cer al municipio, evitando que sus ventajas sean sólo aprovecha-
        das por el área urbana central. Aquí nace y transita oblicuamente
        por su territorio con la máxima pureza y la fuerza que marcan las
        acentuadas curvas de nivel que se observan en todos sus mapas
        topográficos.


        Tras el análisis físico, la población y el poblamiento ocupan el se-
        gundo lugar en la hoja de ruta de un geógrafo. Condicionado por
        una superficie donde más del 85% de su suelo tiene una pendiente
        superior al 20% -aunque lo relevante es que la mitad de su territorio
        supera el 50% de pendiente-, la obligada dispersión y la baja densi-
        dad son sus notas predominantes. Pero no se trata aquí de realizar
        un análisis del nomenclátor, sino de poner en valor una población
        a la que como se referiría en su magnífica tesis Jesús García Fer-
        nández para el campesinado en Asturias, era considerada simple
        medio de producción, valor que traducido a nuestros días debiera
        evitar la mera consideración por importante que ésta sea- de man-
        tenedores del medio natural, para convertirse en protagonistas de
        su propio devenir.


        Un mapa señala las formas de poblamiento, pero la observación
        de una pirámide de población ofrece más información en el pla-
        no temporal que en el espacial, sin condicionar de forma tajante el
        futuro. Lamentarse del despoblamiento o el envejecimiento es tan
        ineficaz como un discurso vacío sin un plan demográfico que lo-
        gre aterrizar las acciones y haga realidad las palabras. De ahí que
        cualquier  iniciativa,  medida  u  acción  dentro  de  una  planificación
        pueden tener una repercusión muy importante en una población


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