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dos ejemplos de arquitectura indiana en la ciudad. Se ponen en marcha, por otra parte,
varias centrales eléctricas como las de Cañu (al lado del maravilloso paraje de la Salmo-
nera), Celoriu, Coviella, Mestas de Con y La Estrada. En el apartado cultural, cabe citar
la existencia en aquellos años del Teatro Zaragoza, lugar que acogía una intensa acti-
vidad de las diversas asociaciones locales como el Círculo de Artesanos, que también
realizaban sus actos en el salón-teatro del Café Industrial, ubicados ambos en la Calle
San Pelayo. Cangas de Onís contaba con Banda de Música, fundada en 1900, rondalla y
el Orfeón Cangués, creado en los últimos años del siglo XIX. Es preciso destacar la crea-
ción en la segunda década del siglo XX de tres valiosas Bibliotecas en el Concejo: La
Biblioteca del Círculo de Artesanos, fundada en 1911; la Biblioteca Popular Circulante de
Cangas de Onís, por iniciativa de Francisco Beceña, en 1917 y la Biblioteca Circulan-
te de la Sociedad de Labradores El Despertar, inaugurada en 1919. En cuanto a la
enseñanza, además de la Escuela graduada creada en 1910 y de varias escuelas en
diferentes pueblos del Concejo, existieron varios colegios religiosos, como el San Viator
ubicado en el Palacio Cortés, el Colegio Francés-Español instalado en el Palacio de la
Prida y el Colegio de Nuestra Señora de Covadonga. El Instituto de segunda enseñanza
comenzaría a funcionar en 1928 en el edificio del Hotel Asturias, trasladándose luego al
Palacio Cortés hasta la construcción de lo que sería el nuevo edificio del Instituto, que
entraría en funcionamiento en 1935. La Guerra Civil y el bombardeo de Cangas de Onís
y otras localidades cercanas, truncarían un proyecto educativo de primera magnitud en
torno a este centro de enseñanza y darían al traste con todo el desarrollismo social y
cultural del Concejo experimentado en los años anteriores.
Tras la Guerra Civil, Cangas de Onís se ve favorecida por las iniciativas desarrolladas
dentro de los proyectos destinados a las regiones devastadas y la localidad fue “adopta-
da” por el Caudillo Francisco Franco en 1943. En ese marco se interviene en la Cueva de
Covadonga con la construcción de una nueva Capilla, reparaciones en la Colegiata de
San Fernando y nuevas viviendas para canónigos, además de otras obras en el entorno.
Por otro lado, se reconstruye la Cabaña Municipal de Enol y la Capilla del Buen Pastor.
Otras de las intervenciones más significativas fueron la construcción de una nueva Capi-
lla de Santa Cruz, con una absoluta transformación de la Iglesia preexistente. Asimismo,
se reconstruye el Palacio Pintu, conservándose únicamente su torre, para destinarlo a
oficinas comarcales y biblioteca. Por último, se lleva a cabo la reconstrucción del Insti-
tuto. La ciudad de Cangas de Onís, fue poco a poco recuperando los edificios que se
habían visto seriamente dañados por los bombardeos de la guerra. Un cambio significa-
tivo en el paisaje urbano vino dado por la construcción de la nueva Iglesia Parroquial, a
expensas fundamentalmente del mecenas cangués José González Soto, emigrante que
hizo fortuna en México. La nueva Iglesia fue inaugurada en 1963.
Resulta necesario hacer referencia al patrimonio cultural inmaterial de Cangas de Onís,
del que destacaremos la cultura ancestral del pastoreo en los Picos de Europa y la ela-
boración del queso Gamonéu. Sin la labor de los pastores no puede entenderse el ex-
traordinario valor paisajístico de la montaña de Covadonga. Por otra parte, no podemos
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