Page 20 - Ribadedeva
P. 20
FJRM Evocación de unos gratos años
Francisco José Rozada Martínez
Maestro en Colombres. Cronista Oficial del Concejo de Parres.
e invitan a escribir unas líneas para esta publicación que el lector contempla sobre
MRibadedeva y con sumo gusto lo hago, pues siempre es agradable traer a la memoria el
recuerdo de mis años como maestro en su Colegio Público, en Colombres, entre 1978 y 1982.
Cuarenta años después aquellos alumnos y alumnas son ya maduros ciudadanos de la vida,
cada uno en su cometido y dedicación, sin olvidar a los que ya nos han abandonado antes de
lo que sería lógico y natural.
Como ocurre tantas veces, el reconocimiento de los buenos tiempos pasados llega aplicando a
aquellos años una mirada retrospectiva.
Marcaba aquel tiempo el inicio de una nueva etapa para España; ensayábamos la llegada de la
democracia en la que ya vivían mucho tiempo antes casi todos nuestros vecinos europeos.
España miraba al frente con la esperanza de una transición que ya no volviese más hacia atrás
y que -de una vez por todas- encajase sus identidades, sus diversas fraternidades y abrazase para
siempre sus lazos de unión, superando tantos sufrimientos de desencuentros que parecían cró-
nicos… porque España tiene un poco -o un mucho- del dios Jano de la mitología romana, con
sus dos caras, con una mirando hacia el futuro y otra hacia el pasado, tropezando cíclicamente
en errores que se consideraban olvidados y sin acabar de desterrarlos para siempre.
Ahora que el tren de la vida va dejando atrás algunas estaciones -tanto en maestros como en
alumnos- tenemos más tiempo para meditar y valorar el tiempo pasado.
Ribadedeva siempre nos evoca la tranquilidad de sus pueblos, la laboriosidad de sus gentes,
el paisaje entre el Cuera y el Cantábrico, el eco americano de tantos hijos que marcharon a
la emigración, la cueva del Pindal, las ruinas de Santa María de Tina, la torre de Noriega, sus
múltiples y animadas fiestas…
Pervive el mejor recuerdo de tantos compañeros y -de manera muy especial- el de quien era su
director, José Luis Ángel Gutiérrez Avín, fluyendo al presente multitud de buenas evocaciones
y añoranzas.
No debo olvidar aquí a la compañera Rita María Luisa González Llano, parraguesa como este
cronista, siempre abnegada, incansable trabajadora, prudente y religiosa a carta cabal.
20