Page 520 - Gamoneu

El queso Gamonéu en la historia
acompañado por su consuegro Antonio Martínez Vega) son innumerables las obras
que son testigo del buen hacer.
Casado con Carmen Pérez, la tía “Peruchina”, esta con su hijo Antonio Traviesa Pérez,
hacen la campaña permanente del puerto. Raramente los acompaña su hijo Tomás,
más encargado del ganado de las zonas bajas. La tía Carmen tenía una gran habilidad
en hacer mantequilla. Se dice que desnataba demasiado la leche, lo cual hacia un
queso con poca consistencia. Con Antonio le ayudaba su sobrina, hija de su hermano
Marcelino. Amalia Traviesa Martínez es respectivamente sobrina de Antonio Martínez
Pellico e hija de Marcelino Traviesa Pérez y de Bernardina Martínez Pellico, hermana
de Antonio Martínez.
Epifanio Sánchez Castro f.1969. Dedicado a la carpintería, su mujer Obdulia
Cabrales Berridí f.1972. Natural de Escobal (Cabrales) era pastora y elaboradora de
queso. Gran conocedora y cuidadora del ganado. Su marido Epifanio se cuenta que
pocas veces fue a la vega, según me comenta su nuera Enriqueta Gutiérrez Traviesa,
a lo cual Quico (ya muy anciano) asiente en la cocina de su casa. Trabajador de
obras públicas en Grandas de Salime y otros lugares. Finalmente se establece con
una pequeña carpintería en Benia de Onís a la cual se desplazaba andando desde La
Robellada, unos cinco km.
Una anécdota que cuenta su familia es que se encontró de noche con un lobo. Cuestión
que merece todo crédito dado su prestigio y seriedad. Epifanio falleció al principio
de la década de los setenta y Obdulia pocos años después. Obdulia contaba con la
ayuda de su hijo Quiko. De los cuatro hijos del matrimonio de Epifanio y Obdulia
(Antonio casado en Avín y vecino que fue de Piloña, Luis casado en La Robellada con
Josefina Moran de la Vega emigrantes en Venezuela y Jesús casado en La Robellada
con Purificación Robellada González solamente se queda Francisco o Quico f. 2020.
Francisco Sánchez Cabrales f.2017 (Quico) pastor de vacas, cabras y ovejas
quizás con la mayor vocación y cuidado que se conoció en Onís. Hasta bastante
anciano lo atendía de madrugada. En el puerto contaba con la ayuda de su nieto
Juan José Sánchez Gutiérrez, de pequeña edad y enorme vocación. Hace pocos años
rehabilito en Ario la cabaña de sus abuelos. En la vega de Ario, ya siendo del mismo
pueblo La Robellada, se casará posteriormente con Enriqueta Gutiérrez Traviesa.
Queta primero con su madre y después con su marido, hace muchos años el Puerto.
A Quico y Enriqueta, tienen cuatro hijos. El primero Francisco, poco después de hacer
el servicio militar, además en consideración a su gran vocación y especial habilidad es
conductor de autobuses, casado con una nieta del Gaiteru María Luz, hija de Santiago
y Esther (prima de Leli) tienen tres hijas y un hijo David, el cual después de una etapa
laboral en la construcción como operario de excavadora actualmente tiene su propio
ganado de montaña.
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Juan casado también en La Robellada, con Celia (Leli) de la Vega del Cueto, hija de
Ramón el de Sabina y Celia del Cueto Amieva, hija del Gaiteru. Ramón con más de
85 años, aún se mantiene muy activo y ágil. Trabajador junto a Celia infatigables, se
dedicaron a la ganadería de leche. Los dos hijos de esté matrimonio mantienen una
gran vinculación con la ganadería: Juan carpintero tiene sus propias cabezas y ayuda
en la casa. Lo mismo que su hermana Sabina, una joven ganadera, que demuestra una
gran vocación. Tienen sus rebaños que echan a Arnaedu y Ario indistintamente.
Por otra parte, de las dos hijas de Quico y Queta, Obdulia como su abuela (Luli)
casada con Manuel Rojo de Canales de Cabrales, Luli es también al igual que su
sobrina, una ganadera de vocación. Tienen su propio rebaño de ganado. El cual suele
pastear cercanas a la de su hermano Juan. Por último, la hija menor del matrimonio,
Mercedes en honor a su abuela materna, no se dedica a la ganadería.
Familia de Epifanio Sánchez Castro (La Robellada). Dedicado a la carpintería,
su mujer Obdulia Cabrales Berridi, era pastora y elaboradora de queso. Contaba con
la ayuda de su hijo Francisco Sánchez Cabrales (Quico) y posteriormente su nieto Juan
Gutiérrez.
Mercedes Gutiérrez Traviesa (f.1995), con sus hijos Enriqueta y Juan. Hija de
Juan Gutiérrez de la Vega (hermano de mí bisabuelo Antonio Gutiérrez de la Vega) y
de Mercedes Traviesa López. Por tanto, familiar directo del tío Alfredo Traviesa López.
Tiene dos hijos de una relación sentimental con Enrique Berridí Sánchez.
Enriqueta y Juan, Enriqueta acompaño a su madre como pastora y quesera también
en Ario. Evidentemente primeramente con su madre y después se casó con Francisco
Sánchez Cabrales. De la mano de su madre y después su suegra Obdulia Cabrales
Berridí, el inculcaron toda la sabiduría del cuidado del ganado y la elaboración del
queso. Vive sosegadamente rodeada de su familia en La Candanosa, En La Robellada,
con una edad ya avanzada. Aprovecho también para agradecerle la numerosa
información que me facilitó de del Puerto Alto y sus costumbres. Juan Gutiérrez
Traviesa, como tantos vecinos de Onís, abandona La Robellada, con destino Alemania.
Casado con la vecina de Sotres Marciana, falleció Juan en 2021. Uno de sus hijos Juan
Carlos, alterna la construcción con la ganadería de montaña, oficio que aprendió de
forma sobresaliente, al criarse con sus tíos Enriqueta Gutiérrez y Quico Sánchez.
Petra Sánchez Pérez (f.1969) y su hijo Enrique Berridí Sánchez (1994).
Conocida por la “Rubita” en alusión a su cabello rubio, tez pálida y ojos azules. La tía
Petra era muy asidua a los mercados, en especial el de Posada de Llanes.
De su otro hijo, Ángel Sánchez Pérez (f.2014), casado con la hija del gaitero Ramón
del Cueto y Josefa Amieva, estos últimos tenían dos hijos. El mayor Ángel ayudo a
su abuela y tío de mozo joven, antes de emigrar a Bélgica. Pongo este ejemplo, una
muestra más de que en los años sesenta, segunda y la tercera generación escogieron
la emigración, como futuro de vida.
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