Page 106 - Laviana
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este nuevo servicio proveería el empuje definitivo al sector. De este modo,                      del administrador económico, del jefe de telégrafos, del registrador de la
        hasta bien entrada la Restauración se trataría de una obtención artesanal,                       propiedad, del ingeniero de minas y del médico. En 1884, a su vez, se extendía
        asentándose las grandes empresas después de 1888.                                                el servicio de ambulancias de Sama a Laviana. La actividad extractiva, sin
                                                                                                         duda, había facilitado la evolución de una pequeña villa a un núcleo de
        Más allá de estas nuevas condiciones, la realidad del sector en Laviana                          considerable entidad en un corto lapso de tiempo.
        fue sensiblemente diferente al del resto de la cuenca en la mayor parte de
        los casos ya que la propiedad se mantuvo en manos de empresarios de                              Un signo de verdadera modernidad lo constituía el hecho, por ejemplo, de
        mínima cuantía o bien, cuando se trataba de iniciativas de mayor fuste,                          que se comenzasen desarrollar prácticas de sociabilidad formal asociadas
        de capitales extrarregionales que no acometieron un desarrollo de las                            al ocio y al deporte; y Laviana contaba, en fecha tan temprana como 1897,
        estructuras productivas. De este modo, Coto Musel sería subsidiaria en un                        de un club velocipedista. Incluso se llegó a contar con órganos de expresión
        primer momento de la fábrica de San Francisco del Desierto en Bilbao y,                          propios, la revista mensual el Porvenir de Laviana, que iniciaba su andadura
        posteriormente, de diversos mercados nacionales. Fradera dependía de su                          en octubre de 1890 y prolongaba su publicación a lo largo de tres años,
        matriz cementera catalana, Carbones de Laviana tenía matriz francesa y                           el periódico humorístico ¡Ahí va eso! (1892),  y entre 1896 y 1897 veía la luz
        La Sota del complejo industrial que Ramón de la Sota poseía Sagunto. Por                         la revista Laviana que, al igual que El Porvenir, fue fundada y dirigida por
        tanto, a Laviana le correspondía esencialmente un papel de productor y                           Eladio García Jove. Varios diarios de Madrid tenían corresponsal en la villa a
        evacuador de carbón sin desarrollar una industria transformador asociada                         consecuencia seguro de su condición de cabeza de partido judicial.
        en torno al mineral.
                                                                                                         Aunque sobre el ferrocarril y otras vías de comunicación ya se ha hablado,
        La Pola contaba a finales de siglo, según los datos contenidos en la Asturias de                 por su significación la memoria colectiva, se deben dedicar unas líneas a una
        Bellmunt y Canella cuyo capítulo dedicado a Laviana había sido encargado                         de las más significativas construcciones en materia de transportes: el tranvía
        a Eladio García Jove, con 223 vecinos y 1.415 habitantes; Tiraña con 306                         popularmente conocido como “La Campurra”. En 1919 el empresario Cándido
        vecinos y 1.249 habitantes; Villoria 387 y 1.588 respectivamente; Tolivia, que                   Blanco solicitaba en la autorización para sustituir el motor de sangre por el de
        se había desmembrado de la anterior parroquia y formado la suya propia                           vapor en el tranvía del camino de Lorío a Rioseco, del que era concesionario
        en 1886, contaba con 138 vecinos y 671 almas; Lorío con 304 y 1.341; el                          desde 1917 y el 15 de agosto de 1921 se ponía en circulación el trenecillo
        Condado 237 y 1.009; Entralgo 55 y 275; y Carrio, por su parte, con 60 y 266. La                 de vapor de Laviana a Rioseco con un recorrido total de 15 kilómetros. Los
        población total del concejo, por consiguiente, se elevaba a 7814 habitantes;                     requisitos que las autoridades habían impuesto para su licitación eran que
        aunque por esta época González Aguirre elevaba el número de moradores                            hubiese dos trenes diarios descendentes y dos ascendentes que enlazasen a
        del concejo a una cifra próxima a los 8.500, a la vez que señalaba que, a                        primera y a última hora con el ferrocarril de Langreo, y que no superase una
        consecuencia del desarrollo minero del municipio, la población se había casi                     velocidad de ocho kilómetros hora. Se transportarían, además de carbón,
        duplicado desde 1850 cuando se estimaban 4.913 pobladores.                                       pasajeros, suplementándose así los servicios que la empresa de automóviles
                                                                                                         El Carbonero ofertaba entre Laviana y Caso desde 1927, línea que también
        Este desenvolvimiento industrial se plasmaría, como no podía ser de otro                         unía el municipio con Oviedo. A finales de esta misma década, de todos
        modo, en el desarrollo urbano del concejo, que a la altura del cambio de siglo                   modos, el servicio pasaría a ser propiedad de Cementos Fradera. Pese a que
        ofrecía cómodas fondas, elegantes cafés, dos buenas farmacias, comercios                         esta firma no tenía intereses en el territorio coyán, una orden gubernativa la
        bien surtidos, almacenes y fábricas de sidra. El  Diccionario geográfico de                      obligaba a mantener el servicio íntegro, lo que aprovecharía la sociedad
        Asturias de González Aguirre, publicado en La Habana en 1897, señala la                          Duro Felguera, que  la utilizó para transportar el hierro de Llaímo hasta el
        existencia en la villa, a la que define como de primer orden, de elementos                       cierre de la explotación en 1967. En 1950, a su vez, una orden ministerial
        que apuntan a la consecución de unos perfiles decididamente urbanos,                             la incorporaba al Montepío Nacional de Previsión Social. Este trenecillo
        tales como la existencia de casino, bancos, hotel y restaurante, casas de                        aumentaba sus servicios en verano para acercar a la gente de las villas
        comercio, fonda y posada, almacén de harinas, tiendas de ropa, de víveres                        vecinas a las zonas de recreo del Alto Nalón.. La máquina era estruendosa
        finos, quincallería, librería, tiendas de ultramarinos, fábrica de manteca                       y se producían constantes vuelcos y accidentes, constatándose también
        y  queso,  tahonas,  zapaterías  y sastrerías.  Era en  la cabecera  municipal                   muertos y heridos por atropellos. En los años cincuenta llegó a caer al río, y en
        donde se fijaba la residencia del alcalde, del juez de primera instancia,
                                                                                                         la década siguiente eran frecuentes las denuncias desde la prensa regional


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