Page 105 - Laviana
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el puente de Olloniego, siendo una de las de mayor relevancia. Durante la   importación  de  géneros  de  vestir  y  comestible,  que  se  solían  adquirir  en
 Baja Edad Media notaría una notable caída como recorrido jacobeo, pero   el  mercado  semanal  de  los  jueves  en  los  que  se  negociaba  con  granos,
 acabó por establecerse como un eje indispensable del comercio regional   ganados y manteca, así como con alimentos varios, paños y otros efectos.
 con la meseta.   Existía una escuela de primeras letras en el concejo y el correo local se recibía
        semanalmente desde Pola de Siero.
 Corriendo los siglos, a finales de la Edad Moderna el Catastro de Ensenada
 indica que el comercio lavianés se centraba en las seis tabernas existentes,   Tras la experiencia del Sexenio revolucionario, la llegada de la Restauración
 celebrándose un mercado semanal los jueves. Las profesiones liberales se   supuso un alivio para las élites sociales regionales, ya que la instauración del
 resumían en un abogado, dos cirujanos, cuatro escribanos y dos vendedores   sistema de turnos en el gobierno, los pucherazos electorales y la extensión
 de tabaco. Habitaban en el concejo once clérigos y cuatro pobres de   del caciquismo, sobre todo en las zonas rurales, no dejaba de significar para
 solemnidad, contando con 657 vecinos, 11 viudas y 78 solteros. A finales del   éstas una buena dosis de tranquilidad. Será en este contexto cuando, desde
 siglo XVIII el interrogatorio de Tomás López elevaba la cifra a 1000 vecinos,   mediados de la década de los ochenta, se afiancen las bases económicas
 aunque teniendo en cuenta la población de los cotos de Villoria y Tiraña.   del capitalismo gracias al despegue de la industrialización.
 Se podría concluir, consecuentemente, que el número total de pobladores
 ascendería a unos 3.000 o 4.000. Si se tiene en cuenta que en el censo   En lo que se refiere al desarrollo minero del concejo, cabe señalar que la
 encargado en 1594 por Felipe II el concejo contaba con unos 500 vecinos   revolución de 1868 encontró la Hacienda Pública en un terrible estado de
 pecheros y 2.500 habitantes, la cifra se habría casi doblado durante aquellas   precariedad y una de las vías a las que se apeló para intentar enderezar
 dos centurias.  esta  situación  fue  el  recurso  a  la  desamortización  del  subsuelo.  Hasta
        aquel momento, las concesiones mineras habían tenido que gestionarse
 Durante el reinado de Isabel II, el sostenimiento de las estructuras propias de   en Madrid y habían estado siempre sujetas a la posibilidad de «denuncia».
 Antiguo Régimen se tornó inadmisible, verificándose la fase de revolución   Las “Bases Generales para la nueva legislación minera” de 1868 delegaron,
 burguesa.  En  esta  época  se  iniciaría  una  intensa  regeneración  de  los   por el contrario, la facultad de hacer las concesiones en los gobernadores
 ayuntamientos, que se convirtieron, dentro de la organización del Estado   civiles de las provincias y confirieron carácter perpetuo sin posibilidad de ser
 Liberal, en el eslabón básico de la nación.   denunciadas. Desde 1869, el pago de un canon era garantía de permanencia,
        siendo en la práctica los concesionarios verdaderos propietarios. Así pues, en
 Por los datos contenidos en el diccionario de Madoz se sabe que Laviana,   los valles de Tiraña, la Cuesta de la Pola, Lorio y Villoria era frecuente el que
 cabecera del partido judicial desde 1835 que agrupaba además a los   apareciesen florecimientos de carbón y se hiciesen pequeñas explotaciones
 concejos de Aller, Bimenes, Caso, Sobrescobio, San Martín del Rey Aurelio y   de mineral.
 Langreo, contaba en aquel momento con una población de 1196 vecinos
 y 4913 almas,  experimentando un embrionario desarrollo urbano pese a la   A tenor de la adopción de estas mediadas se abrió una acelerada fase de
 preponderancia de la economía agropecuaria.   esplendor de la industria extractiva española. El número de concesiones
        mineras creció de forma extraordinaria y la exportación de minerales y
 Las producciones locales se encontraban representadas por especies tales   metales de primera fusión cobró un auge tan extraordinario que no tardó en
 como la escanda, el trigo, el maíz, las habas, las patatas, las legumbres, las   alterar la estructura misma del comercio exterior nacional. Se constatará, así
 hortalizas, el lino, el cáñamo, las castañas, las avellanas, las nueces, las peras,   pues, un vertiginoso desarrollo de la actividad en el que el capital francés o
 las manzanas, y algunas otras frutas. Se obtenían también pastos y maderas   belga, unido al de vascos y catalanes, revestirá una significada relevancia.
 de haya, roble, castaño o abedul. La cabaña ganadera, por su parte, se   De este modo, la explotación hullera se acabará por transformar en eje de
 encontraba formada por ejemplares de vacuno, equino, porcino, lanar y   la economía comarcal.
 cabrío. Se contaba, además, con los nada desdeñables recursos cinegéticos
 y piscícolas, abundando las truchas, las lampreas y las anguilas; amén de   En cualquier caso, la aparición de la minería en el concejo se deberá en buena
 otros peces.  medida al desenvolvimiento del sector en los municipios vecinos, de modo
        especial a rebufo del influjo de la empresa de Pedro Duro. En todo caso, las
 La industria continuaba quedando circunscrita a los molinos harineros y   iniciativas se consolidarán a finales del siglo XIX a consecuencia de la llegada
 los telares y el comercio consistía en la exportación de avellanas y en la
        de la carretera a Tarna y la del Ferrocarril de Langreo. La disponibilidad de


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