Page 61 - Valdediós
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María Isabel González García
La edificación de San Salvador de Valdediós por el último rey de la monarquía
asturiana está bien documentada en el texto de su lápida fundacional, empotra-
da en el interior de una estancia que se adosa al muro Sur del templo, conocida
como Capilla de los Obispos. Ésta recoge en su texto el año 893 como fecha de
consagración de la iglesia por siete obispos venidos de diócesis distantes del no-
roeste peninsular. Su texto de tintes poéticos fue traducido por F. Diego Santos
como sigue:
Tu generosa piedad, Cristo Dios, resplandece en todas partes y tu generosa piedad salva mu-
chas veces a los malvados. Esto afirman los hombres, las gentes aplauden por doquiera que
des vida a lo apagado, esto afirman los hombres.
Ponte a favor del pobre, perdona al bueno, haciendo caso omiso a sus méritos; con la clemen-
cia que es tu fuerte, ponte a favor del pobre, es cierto que en mi interior entran en lucha las
miserables flaquezas de mi mente, me hiere ciertamente mi punzante culpabilidad. Resplan-
dezca ahora clemente tu gracia fructífera, que levante al decaído, y que ella resplandezca ya.
Asístame tu piedad alentadora, que nos asista la piedad, dándonos a todos la salvación bajo
tu manto celestial.
Fue consagrado este templo por siete obispos: Rudesindo Dumiense, Naustis Coninbrigense,
Sisnando Iriense, Ranulfo Asturicense, Argimiro Lamecense, Recaredo Lucense, Elécanes Ce-
saraugustanense. En la Era de DCCCCXXXI, el día decimosexto de las Kldas. de octubre (16
de septiembre del 893 d. de C.).
Los tres siglos que sucedieron a su fundación constituyen una etapa oscura en la
historia del templo. Pero si bien no tenemos documentación clara sobre su fun-
ción o propiedad en este período, la donación que hace Alfonso IX del territorio
de Boiges en el año 1200 para construir la abadía cisterciense de Santa María a
escasos metros de aquel sugiere la posesión regia de la iglesia heredada desde
fines del siglo IX por los sucesivos monarcas de León.
En el siglo XVI Tirso de Avilés describe un pasadizo de unión entre este templo y
la iglesia monástica de Santa María, visible en un grabado de Parcerisa del siglo
XIX. En el siglo XVIII la fachada Oeste del templo se protegió con un pórtico cu-
bierto sobre pies derechos.
En el siglo XIX se llevarán a cabo las primeras restauraciones en el mismo, com-
pletadas en varias campañas acometidas en la centuria siguiente, entre las que
destaca la intervención del arquitecto L. Menéndez Pidal en el tercer cuarto de
aquel siglo, que reconstruyó la habitación adosada al muro Norte del templo,
existente ya en el siglo XVI. En estas restauraciones de época contemporánea se
sustituyeron buena parte de los vanos originales del edificio por réplicas de los
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