Page 473 - San martín del Rey Aurelio
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nado. Un ejemplo eran las jóvenes sometidas a la prostitución, algo
que provocaba en Gaspar un dolor tan inmenso que en “La niña del
prostíbulo” su poesía queda limitada a una descripción tan realista
como cruel:
Catorce añitos de edad,
dos de puta
cara joven,
rasgos viejos,
piel lozana,
ojos muertos.
(…)
Hay un momento en el que Gaspar duda entre la impotencia de
seguir luchando contra la dictadura de Somoza desde el sacerdo-
cio, conviviendo con el sacrificio de la gente del pueblo, o situarse
al lado de los guerrilleros que utilizaban la violencia. Tomar una de-
cisión no fue sencillo, tal y como él mismo reconocería:
“Para mí, con una formación social no violenta, fue un problema muy
grande. Pero los documentos de Medellín, suscritos por los obispos
de América Latina, lo decían bien claro: la insurrección revolucionaria
puede ser legítima en el caso de tiranía evidente y prolongada y que
atente gravemente a los derechos fundamentales de la persona y el
bien común”.
Así pues, tras comprobar que su trabajo misionero no solucionaba
nada, decide afiliarse al Frente Sandinista de Liberación Nacional. Lo
escribe así en el poema titulado “Angustia”: “Las angustias / de mi
alma, / no las calma / el rosario, / ni la misa, / ni el breviario. / Mis
angustias / las mitigan / las escuelas / en los valles, / el bienestar /
campesino, / la libertad / en las calles / y la paz / en los caminos”.
En su poesía, Gaspar adopta estilos y ritmos muy distintos. Así por
ejemplo, junto a la dureza de sus palabras al retratar la realidad so-
cial de los nicaragüenses, conviven otros tonos, más ensoñadores y
nostálgicos, con poemas que muestran su amor al paisaje, por ejem-
plo al lago que él consideraba el más bello del mundo, el lago Co-
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