Page 342 - San martín del Rey Aurelio
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positivo que lo mueve a otras esferas dentro de la medicina y busca
            en esta superación el ingresar en el Hospital Adaro de Sama de Lan-
            greo, un hospital que se había especializado en los últimos años en
            los heridos de accidentes de minas.En el sanitario Adaro se produ-
            ce una vacante y con la ayuda del Ingeniero Antonio Lucio Villegas
            ocupa la plaza.

            Pero la historia le tenía a Don Vicente otras vicisitudes. En 1936 es-
            talla la guerra civil y es movilizado por el ejército de la República y
            desarrolla su labor humanitaria en los acontecimientos de guerra de
            Asturias; es destinado a Covadonga donde se había rehabilitado el
            hotel en hospital pero los acontecimientos militares en el cerco de
            la ciudad de Oviedo lo destinan a la capital donde permanece hasta
            abril de 1937; en el mes de julio pasa la Hospital militar de Gijón; al
            caer el frente de Asturias pasa su destino al Hospital de las Hermani-
            tas de los Pobres donde estaban concentrados los heridos del ejer-
            cito republicano donde permanece hasta abril de 1938. Le someten
            a un proceso de depuración, como no le comprobaron ninguna clase
            de delito, fue declarado libre de sospecha y admitido en la sanidad
            militar siendo destinado a Galicia.

            A Vicente le toca vivir la alternancia al tener que ejercer la medicina
            en el bando de Franco y en este tiempo le toca estar en zona de
            retaguardia en la La Coruña, ciudad donde conoce y colabora con
            el Dr. Juan José Barcía Goyanes, el cual había fundado en la ciudad
            gallega el Hospital Labaca, el primer hospital de tratamiento para
            soldados de guerra, dedicado exclusivamente a lesiones neuroqui-
            rúrgicas. Fue una experiencia médica para el joven medico que nun-
            ca olvidó y con el tiempo aprovecharía en su vida profesional para
            el tratamiento en el mundo de la minería. Una vez acabada la guerra
            fue licenciado en el mes de julio de 1939 y regresa a Sotrondio.

            Su impecable trabajo profesional como médico durante estos años
            de guerra le hizo ganar y conservar simpatías personales,ya que don
            Vicente,lo importante era el tratamiento de los enfermos y heridos.
            Así con 25 años de edad, se presenta y gana oposiciones para servir
            en el Cuerpo del ejército y la obtención de la plaza de Servicio de
            Prisiones en la cárcel de Oviedo.








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