Page 341 - San martín del Rey Aurelio
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Don José Calvo marcó la pauta: señalando los tenaces que han sido
            los estudiantes en el primer curso docente destacando la aplicación
            y comportamiento. Esta máxima marcaría al pueblo de Sotrondio
            para generaciones futuras.


            A anécdota que voy a narrar, me la dijo Don Graciano Vallina: “Al
            llegar de examinarse en Gijón, Vicente se apeó del tren, casi lloran-
            do; le pregunté por su estado de ánimo; la respuesta fue. “¡No sé si
            habré aprobado!” “No te preocupes, Vicente, si no no aprobaste vas
            de arrieru”. Fue uno de los alumnos que sacó sobresaliente en el
            examen.

            Vicente García Termina las fases de bachillerato hacia el año 1930.
            Don Graciano tiene que tomar una decisión, su hijo quiere estudiar
            medicina y los medios económicos marcan la determinación a tomar.
            D. Graciano es vigilante minero en las Minas que Duro Felguera tiene
            en San Martín del Rey Aurelio y goza de gran prestigio profesional
            en la mineria. El director general de SMDF, Antonio Lucio Villegas,
            es sabedor de las circustancias de Graciano y cita a su hijo Vicente.

            Comienza  sus estudios  en la  Universidad  de Madrid y obtiene su
            licenciatura en Medicina en el año 1935 con 21 años. Tras mantener
            una entrevista el ingeniero le anima en sus estudios y le promete la
            ayuda económica que necesita su familia. A los pocos días, Graciano
            recibe una paga extra de unas cinco mil pesetas para los gastos de
            estudios.

            Se matriculó en la facultad de medicina de Madrid y hace sus estu-
            dios en el antiguo hospital de San Carlos donde su esfuerzo y dedi-
            cación quedaron demostrados al llegar a aprobar los siete cursos de
            carrera en cinco años.

            Una odisea en sus comienzos.
            Comienza a ejercer su vida profesional con 21 años en su pueblo
            natal, Sotrondio. Y lo hace durante un año, destacando por ser un
            buen diagnosticador de los problemas sanitarios que se le plantean.

            En junio de 1936 el joven Vicente tiene un estímulo personal muy








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