Page 13 - Ribadedeva
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Saluda
formada en la actualidad por los ayuntamientos de Boal y Ribadedeva en Asturias, Comillas
y Medio Cudeyo en Cantabria y Pradoluengo en la provincia de Burgos y que su objetivo es
ser un instrumento para la cooperación y colaboración permanente entre los municipios y
entidades que la forman con el fin de impulsar el conocimiento de la historia y cultura de los
indianos e incidir en la recuperación, conservación y difusión del patrimonio indiano de dichos
municipios.
Ribadedeva presenta una personalidad propia caracterizada por su pertenencia a una comarca
que, pese a depender administrativamente de dos comunidades autónomas distintas, conserva
una identidad cultural homogénea. Se trata de un territorio conformado por ayuntamientos
del occidente de Cantabria y del oriente de Asturias. Incluso me gustaría recordar que en mate-
ria de identidades mucho tiene que decir Ribadedeva pues hasta 1833, hasta que tuvo lugar la
última división provincial, perteneció administrativamente a los territorios que conformaban
La Montaña. En dicho año, cuando pasó a formar parte de Asturias, Ribadedeva estaba bajo la
autoridad del Bastón de Laredo en lo administrativo y en materia eclesiástica del arzobispado
de Oviedo y de ahí que un párroco de Colombres que fue posteriormente diputado provincial
llamado Jose Noriega y Prieto dijera que Ribadedeva tenía el alma en Asturias y el cuerpo en
Santander. Fue por tanto, como digo, en 1833 cuando rompiendo con un recorrido histórico
de siglos se integró a Ribadedeva en Asturias y, aunque ese dato lo conocen muchas personas,
son pocos los que saben que Ribadedeva protestó por ello. Anécdotas a parte, nosotros, los ri-
badedenses, nos sentimos orgullosísimos de nuestra pertenencia actual a Asturias pero también
nos sentimos orgullosos de nuestro pasado vinculado a la Montaña y resulta importante tener
en cuenta dicho aspecto si queremos entender y comprender la idiosincrasia particular cultural
de este municipio en la actualidad, municipio que entremezcla sin vergüenza y con orgullo
elementos propios de la tradición y cultura asturiana y cántabra.
¡Y qué decir de sus paisajes, de esa orografía que no es producto de la mano del hombre sino
del afán de la naturaleza!. Ribadedeva en su litoral está formado por playas hermosas, abruptos
pedreros y altos acantilados y dicho litoral se encuentra muy bien conservado pues existen
muy pocas viviendas a menos de 500 metros de la línea de la costa. Entre las playas destaca La
Franca, por ser la más grande e importante, situada en la desembocadura del río Cabra en la
parte noroeste del municipio y cuyo nombre se debe a que fue puerto franco “libre de impues-
tos” en el pasado pero tiene también alguna otra como la playa de El Regolguero de pequeñas
dimensiones, la recondita Bendia o la tranquila playa de El Oso. Conserva igualmente un rin-
cón único en Asturias, un valle alejado del mundo urbano, germen de muchas leyendas, lugar
impactante ocupado por un importantísimo bosque de encinas y acebuches protegido por la
legislación autonómica. En este valle y coronando el acantilado aparece también un faro cuya
luz nocturna se ve desde zonas muy alejadas. Y así, junto con las primeras estribaciones del
Cuera por el sur y la desembocadura del río Deva, zona donde pueden divisarse muchas clases
de aves y hay un puerto pesquero, por el este se entreteje un valioso entramado medioambiental
que convierten a Ribadedeva en un baluarte paisajístico.
En lo personal, Ribadedeva me trae a la memoria vivencias del pasado. Yo que ya peino alguna
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