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comentar: “Si algún día pudiese, me gustaría comprar
La Tarmada
”.
Impresionante y hermoso caserío del pueblo de Tresmonte, localidad
esta perteneciente a dos concejos: los terrenos situados al oeste y sur
a Parres y el este y norte a Ribadesella. Sus límites los marca la Riega
de la Villa y la Riega del Genestral que desemboca en el rio Sella.
Se encuentra La Tarmada en un promontorio situado en la falda
del Monte de Moro en terrenos del concejo de Parres y sus sólidas
edificaciones en una planicie en la parte más alta de la heredad y
desde donde se domina todo el valle y las propiedades de la misma
casa, así como la Peña de Tresmonte y La Corona del Castiello, en su
día punto de referencia en los derroteros marinos para identificar la
entrada al puerto de Ribadesella.
El núcleo edificado está compuesto por una gran casa de dos plantas
y desván, de construcción típica de la zona y de la época, a base de
madera y piedra; otra casa un poco más pequeña y probablemente
más antigua; una capilla independiente de la casa, con su pórtico,
sacristía y campanario en honor a la Virgen del Carmen; un hórreo,
cabañas y dos cuadras de tamaño considerable, sobre todo para la
época en la que se utilizaban. El resto de la propiedad está repartida
entre fincas de labor, prado y bosque -en su mayoría castaño y roble-
muchos nogales y todo tipo de frutales, todo ello dentro de una
misma sección entre la Riega de La Tarmada y la del Escobal, con
una superficie total de 30 ha aproximadamente.
El “tíu” Rodrigo, dueño de La Tarmada, estaba casado con Felipa Llano
y allí nacieron sus dieciocho hijos. Los varones, creo, se marcharon
todos a Méjico. Benito regresó al poco tiempo y Luis venía con cierta
asiduidad a visitar a la familia.
Afinales de los cincuenta construyeron una casa en Fuentes y las hermanas
quenosehabíanmarchado, pasarona residir enella juntoasuhermanoBenito.