Page 35 - Ribadedeva
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JMCG Bienvenidos a Asturias
Juan Manuel Cofiño González
Expresidente de AsturiasActual
Suele ser habitual identificar al Concejo de Ribadedeva como el que hace frontera entre
Asturias y Cantabria, cuando lo cierto es que sería más justo referirse a este entrañable trozo
de nuestra tierra como el que enlaza, relaciona y reafirma la buena vecindad entre dos pueblos
amables, con una identidad que, admitiendo algunas singularidades, nace en buena medida de
un sustrato común, consecuencia de su arraigo en un territorio compartido entre la cordillera
y el Cantábrico, acotado por el Deva y la ría de Tinamayor.
Ribadedeva es territorio de tránsito para los asturianos –nos despide y nos acoge – y esta función,
producto de la historia y de su privilegiada ubicación geográfica, antes que un inconveniente
debe entenderse por parte de los ribadedenses como un timbre de orgullo y satisfacción.
Los hombres y mujeres de Ribadedeva tienen la sensación, en ocasiones, de cierta invisibilidad
derivada de su vecindad con un vecino –Llanes– que tiende a ensombrecerles; sin embargo,
y tamaños al margen, Ribededeva contiene en su acotado territorio todos los ingredientes del
paraíso, y por ello, es bien merecedor del subtitulo de esta obra: “una ventana al paraíso”.
Sin embargo, y más allá de las virtudes del territorio, el mayor tesoro que encierra lo constituye
su “paisanaje”. Los ribadedenses son y se sienten asturianos, aunque su adscripción sea
relativamente reciente (1833); no obstante su singularidad, que se traduce en un modo de ser
muy particular, refleja su pertenencia histórica a un territorio que antaño formaba parte de
“la montaña”; en consecuencia, se puede afirmar que los ribadedenses son poseedores de una
idiosincrasia consecuencia de una “mixtura” asturcantabra que aúna lo mejor de ambos pueblos.
Los territorios frontera suelen presentar perfiles conflictivos, como consecuencia del choque de
culturas y frontispicio de rivalidades variadas; no es el caso de Ribadedeva, que sin perjuicio
de su pertenencia a Asturias –para orgullo de los asturianos– presenta un perfil amable y de
acogida, cumpliendo entre otros, el objetivo de entrelazar dos pueblos que se quieren, respetan,
y suman afanes para encarar el futuro con ilusión.
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