Page 30 - Laviana
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La vitalidad y resiliencia de los lavianeses resulta un decantado de la historia,
                 Juan Manuel Cofiño González                                                             por cuanto un balance retrospectivo de personajes sobresalientes presenta

                 Abogado                                                                                 un saldo difícil de igualar para un territorio de estas dimensiones, en un amplio
                                                                                                         abanico de actividades. Y así, encontramos a religiosos tan señalados, como
                                                                                                         Maximiliano Arboleya  y  Fray Ceferino González,  Fray  José  María  Morán;
                                                                                                         políticos tan reputados como  Atanasio Corte Zapico,  o el propio  Adrián
                                                                                                         Barbón (primer Presidente del Principado de origen y militancia lavianesa),
        Lavianeses                                                                                       o activistas como Emilio Barbón. No obstante, sin lugar a duda la figura más
                                                                                                         notoria que ha producido el Concejo la encontramos en el capítulo de la
                                                                                                         literatura en la figura de  Armando Palacio Valdés. El escritor de Entralgo
                                                                                                         adquirió fama internacional,  habiendo  estado a punto recibir el Premio
        Desde la Dirección de Asturias Actual me invitan a una aproximación al                           Nobel (errores burocráticos al margen). Su novela más celebrada, “la Aldea
        concejo de Laviana, y lo hago desde la subjetividad de quien se siente                           Perdida”, recrea su Laviana natal, en pleno proceso de industrialización
        enamorado del entorno y de sus gentes. He de anticipar cuanto antes que                          (minera) marcada por los naturales desencuentros con la cultura rural
        sintiéndome asturiano desde el Eo hasta el Cares, y salvando mi querencia                        predominante entonces, historia sustentada a través de los amoríos de Nolo
        por Parres (allí nací) y Siero (concejo de adopción) cuando visito Laviana                       y Demetria. La Aldea Pérdida – de fuste realista – debería formar parte de
        siento una especie de “vuelta a casa”.
                                                                                                         la formación de los educandos asturianos, pues pocas obras, como esta,
        Excuso esta  digresión personal,  pero resulta obligada, por cuanto mi                           explican, aun de forma novelada, una parte sustantiva de nuestro pasado
        proximidad afectiva con Laviana y sus gentes, acaso condicione mi                                más próximo.
        percepción de las cosas.
                                                                                                         Tras esta remembranza histórica de la que Laviana y los lavianeses deben
        Laviana es el menos minero de los concejos del Nalón, por cuanto es fronterizo                   sentirse orgullosos, el Concejo enfrenta el futuro desde ese carácter
        entre la ruralidad más intensa (Sobrescobio, Caso) y la minería dominante                        combativo  y resiliente característico,  con el propósito no negociable de
        valle abajo. Diríamos que,  cerrado el  pozo Carrio recupera su “vis rural”,                     salir adelante. Cerrado el episodio minero, Laviana recobra vitalidad desde
        salpicada y complementada, eso sí, por un pujante sector servicios.                              el  espíritu  emprendedor,  con  un  gran  protagonismo  del  activismo  civil,
                                                                                                         abriéndose camino por la vía de la diversificación económica, contando
        No quiero aludir en este breve artículo, a insistir en las bondades paisajistas,                 para ello con unos recursos más que notables: el medio natural, incluida la
        bien conocidas, identificadas por una fértil vega atravesada por el rio Nalón,                   vertiente paisajística y medioambiental, preservado magníficamente de los
        jalonada por montes tan señalados como Peña Mea, Triguera y el pico Tres                         procesos industriales, (puerta natural del Parque Natural de Redes), y junto
        Concejos, sino adentrarme en el elogio del paisanaje.                                            a esto, el medio por excelencia, los recursos humanos; esto es, sus hombres

        ¿Existe un modo de ser lavianes?. Yo creo que sí. No sabría cómo describirlo,                    y mujeres, fajados en la combatividad y la resiliencia, unido a ese carácter
        pero se me antoja que el carácter tipo se asemeja a una mixtura muy definida                     antes mencionado, que hace muy fácil la relación con los lavianeses. Un
        que ahorma  lo más característico  –  lo mejor  - del campesino /agricultor,                     activo para tener muy en cuenta.
        pasado por el tamiz del minero luchador y resiliente. La resultante produce
        un tipo confiable, amable, combativo y de lealtades inquebrantables.

        He tenido ocasión de trabar relación con muchos lavianeses de distintas
        competencias profesionales, con especial intensidad en el ámbito político;
        desde el primer alcalde democrático, Pablo García y el malogrado Arturo
        Carrio, y otros, sin excluir al actual Presidente del Principado, Adrián Barbón,
        y en todos ellos he percibido la bonhomía, el espíritu de lucha y el sentido de
        la lealtad característica, compatible, como no, con un acendrado sentido
        de pertenencia.


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