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Alma Alvarado











        Fiel a sus raíces





        En las montañas de Bueres. Como ser objetiva para calificar y definir
        un lugar tan bello como es este pequeño rincón de Caso. Aquí pasa-
        ron Antonio Santos Capellin Bueres, y su mujer los mejores años de
        sus vidas. Un día de otoño, Antonio llevo a Paulina a conocer la casa
        de sus mayores, la casa del Sopalacio en el año 2001.La primera im-
        presión de esta última fue, de un lugar hermoso en lo alto de la mon-
        taña con las vistas a la collada de Arniciu. El, era un enamorado del
        pueblo de sus padres, y abuelos.  Sus antepasados eran de la zona,
        tanto por parte de padre como de madre. El era hijo único y aunque
        nacido en Oviedo sus raíces estaban en Bueres.


        Al principio todo a Paulina se le había hecho extraño, ella estaba
        acostumbrada a una ciudad de provincia, nunca había sospecha-
        do lo que el futuro le tenía reservado. Poco a poco se fue enamo-
        rando de la vida en este rincón. Sus gentes la acogieron con gran
        ternura, y Antonio y ella formaron una pequeña y corta familia, pero
        con vivencias muy intensas.


        Vivieron al principio durante unos años en la pequeña casa de sus
        padres, pero el decidió hacer una segunda casa a la que también
        llamarían Sopalacio 2.


        Fue una época maravillosa, pues, aunque por entonces iban a Ovie-
        do regularmente todo su tiempo se lo dedicaron a la obra de la
        construcción de la casa. Disfrutaron muchísimo pues fueron dos lar-
        gos años con todos los problemas que conlleva hacer una vivienda.
        Lo cierto era que una vez terminada la casa empezaron a quedarse
        en el pueblo cada vez mas tiempo, hasta que Antonio dejo de tra-
        bajar. Era un odontólogo muy reconocido en la ciudad de Oviedo. Ya

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