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santo todos sus devotos hacen muestra de fiesta y alegría a través de la música, las
celebraciones y el culto. De este modo las fiestas patronales entran a formar parte de la
cultura y de la identidad de un pueblo. Comer, beber, bailar y lucir prendas nuevas son
las actividades propias de las celebraciones patronales. Pero esto no puede ahogar la
profundidad y hermosura que conlleva la vida de un santo: ser referente para las perso-
nas que le celebran como patrono.

La capilla de San Antonio es frecuentada cada día por personas que se acercan hasta
su atrio con sus distintas intenciones.

A continuación, me gustaría dejar constancia de ideas por las cuales podemos seguir
cultivando y haciendo crecer nuestra devoción a san Antonio:

• Participar en la eucaristía del segundo martes de cada mes que tiene lugar en esta
capilla a las siete de la tarde.
• Ofrecer a los niños bautizados bajo la protección de san Antonio. En esta capilla no
se pueden bautizar los niños porque no es templo parroquial, pero sí que se pueden
ofrecer los niños a la protección del santo.
• Ofrecer el ramo de la boda a San Antonio. Después de la celebración matrimonial,
los recién casados se acercan a san Antonio para recibir su bendición.
• Pedir por los enfermos. Cuando hay un enfermo en las casas, acercar una vela con
el nombre de la persona enferma a la capilla.

Termino, deseando que san Antonio, ese vecino especial, marque la vida de todos los
habitantes de esta ciudad y su presencia en medio de nosotros sea señal de identidad
de todos sus devotos.

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