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tremenda, mancha de barro que por aquel entonces las explotaciones

de espato fluor que desde Caravia a través de un emisario submarino

se vertía a las aguas del Cantábrico, provocando una contaminación

de las que hicieron época; me consta que el Príncipe tomó buena

nota y eso que el vicepresidente de la compañía explotadora del

yacimiento de espato fluor, el más grande de Europa, el Duque de

Arión, era íntimo amigo suyo, siendo el promotor de la explotación y

presidente de la compañía un médico de Cantabria, el doctor Avello,

todo un experto en mineralogía y descubridor del citado yacimiento

de espato en tierras asturianas.

Al final el pueblo de Caravia, con su cura, don Antonio, al frente, que

veía como la iglesias y las casas de los vecinos se agrietaban por

la explotación minera, hizo una tremenda campaña a través de los

medios de comunicación con el slogan “Asturias por Caravia” que en

el caso de mi querido diario "Región" compaginaban con otro por

entonces muy en boga, “Gibraltar español”.

Don Antonio, un cura tradicional pero incapaz de asumir la destrucción

de Caravia y su entorno, fichó en aquellos tiempos a un joven abogado

para luchar jurídicamente contra la multinacional de Floruros; era

Pedro de Silva y Cienfuegos-Jovellanos, años más tarde presidente del

Principado y a quien el propio don Antonio casó por aquel entonces

con la que fue su primera esposa Mary Chon.

Como el tiempo siempre hace justicia, la empresa Fluoruros pasó a

mejor vida cuando a nivel mundial se hundió el mercado del espato,

quedando el litoral del Cantábrico en esa zona limpio bajo la atenta

vigilancia del Mirador del Fito, a modo de vigía de Rey Pelayo para

detener al musulmán, caso de que llegara tal necesidad.

De la solidaridad que se desprende del libro del doctor Pimentel,

relatando la construcción del Mirador del Fito, debo destacar la

aportación generosa de dinero de toda Asturias, figurando por encima

de todos la ciudad de Gijón.

En la reedición del libro del doctor Pimentel hace por lo menos treinta

años los “Amigos de Parres” además de mi modesto escrito incluyeron

frases de representantes municipales de la comarca, caso de Alfredo

García Alvarez, presidente de la Mancomunidad de concejos del Oriente

de Asturias; Manuel-Millán García González, alcalde de Parres; Juan