Page 23 - San martín del Rey Aurelio
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un ejercicio inolvidable de conocimiento y reconocimiento de va-
lores que con mucha frecuencia pasan inadvertidos.
Pero San Martín del Rey Aurelio no es sólo un centro histórico y
vivo de la minería. Las localidades que albergan a sus 16.000 hab-
itantes están rodeadas de paisajes bellísimos donde la frondosidad
deslumbra a quienes valoran la diversidad cromática que muy pocos
pintores consiguen plasmar. Y, como complemento para el visitante,
hay que agregar la variedad gastronómica tradicional y renovada
por algunos chefs de renombre que la comarca ofrece. Las materias
primas de la comarca contribuyen a una oferta excepciona basada
en productos naturales y ecológicos.
San Martín del Rey Aurelio tiene entre su variedad de hijos ilustres a
algunos líderes de los movimientos sociales que surgieron en Asturi-
as a lo largo de los siglos. La dureza de la minería y la reivindicación
de un mayor reconocimiento han sido una constante que en paralelo
fue fijando la historia de la comarca. El socialismo de Pablo Iglesias
y en sindicalismo de Llaneza se han mantenido vivos y continúan
década tas década al frente las instituciones locales.
Entre sus figuras políticas más recientes surgidas de San Martín del
Rey Aurelio destaca el liderazgo de María Luisa Carcedo, actual min-
istra de Sanidad y Consumo, una de las artífices más destacadas
de la lucha por las reivindicaciones sociales e igualitarias que por
fin están empezando a ser siendo comprendidas y asumidas por la
sociedad. Su laboriosidad, inteligencia y tenacidad constituyen un
ejemplo en el perfeccionamiento de los sistemas de salud pública
y la mejor garantía contra las iniciativas constantes de convertir la
sanidad en un negocio.
Cuando se habla de San Martín del Rey Aurelio, se evoca sin conced-
erle mayor importancia el recuerdo histórico que supone su nom-
bre: que fue en estas tierras donde el Rey Aurelio, quinto monarca
de la Monarquía Asturiana, instaló su Corte lo cual convierte al mu-
nicipio en una de las primeras capitales de España después de Can-
gas de Onís y Pravia. Lamentablemente no se conservas, muchos
recuerdos monumentales de aquella etapa (768-774), convulsa y
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