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en su largo y fatigoso viaje hacia la Meseta, a través del puerto de Tarna, y que
                 Mario Fernández Cuetos                                                                  debido a la estrechez del mismo en el tramo que iba desde Carrio a Entralgo,

                                                                                                         se colocaban unos especie de vigías con el fin de evitar que se cruzaran las
                                                                                                         caravanas .Como nada en esta vida es perfecto, parece ser que un mal día
                                                                                                         falló el control dando pié a que dos expediciones se encontraran a mitad
                                                                                                         del camino, sin que ninguna de las dos quisiera retroceder, originándose una
                                                                                                         sangrienta reyerta con armas blancas que arrojó un saldo de varios muertos
        Carrio en el recuerdo                                                                            amén de otros cuantos heridos de mayor o menor gravedad.

                                                                                                         Dejando a parte lo que podría ser de dudosa veracidad, sí tenemos algunos
                                                                                                         datos ciertos, recogidos en el llamado Catastro de Ensenada, interrogatorio
        Fabriciano González (Fabricio), insigne poeta y asturianista, fue                                mandado hacer por el Marques del mismo nombre entre los años 1750 y
        secretario del Ayuntamiento de Laviana desde el año 1898 hasta la                                1754. De las preguntas y respuestas en él recogidas y referidas al concejo de
        fecha de su jubilación allá por los años treinta del siglo pasado En una                         Laviana y a sus habitantes, cita a la parroquia de Carrio y Entralgo bajo la
        de sus muchas poesías dedicadas a nuestro concejo , a la hora de                                 advocación de Santa María de Rimori. También hace una pormenorizada
        ubicarnos dice:                                                                                  descripción  sobre la calidad de las tierras, cultivos, oficios y rentas, en fin un
                                                                                                         minucioso estudio encaminado a la futura hacienda pública. Entre los oficios
                                                             Pa´l poniente está la xierra                que  en aquellas  fechas  todos  imaginamos,  como  el de  arriero,  cantero,
                                                             n´a que Carrio se rispalda                  ferrero, trabajador del campo etc. Pero hay uno que llama la atención por
                                                             como´l meyor señoritu                       su especia relación con nuestro Pueblo, no es otro que el de “pescador de
                                                             repanchigau n´a butaca.
                                                                                                         reos y truchas “. Y es que la historia de Carrio siempre estuvo unida a la del río
        Verdaderamente la imagen nos puede parece idílica, pero más bien es fruto                        Nalón. Para bien y para mal caminaron juntos como hermanos que se quieren
        de la retórica  creativa del poeta que estampa  de la pura y casi siempre                        y cuidan, compartiendo sus riquezas, pero el Río también era el hermano
        dura realidad. Sea una cosa u otra lo cierto es que Carrio aquí sigue, con las                   enfadado que arrasa con todo lo que entorpecía su rápido caminar hacía
        arrugas propias de la edad, pero con toda la fuerza, convicción y sabiduría,                     el mar, horizonte de sus sueños de libertad.
        que el tiempo con sus avatares fue dejando en los surcos de su interminable                      Con la revolución industrial,  Carrio sufrió en sus carnes una cruel y  brutal
        memoria.
                                                                                                         transformación, no comparable en magnitud a ninguna otra parroquia del
        Sobre la historia de Carrio y de la de sus moradores no es que sepamos gran                      concejo. El necesario carbón para la floreciente siderurgia y que a tantos
        cosa, y menos quien como el que esto escribe, no tenemos ni los conocimientos                    enriqueció, paradójicamente sólo le acarreó pobreza, contaminación e
        ni los medios adecuados para de una forma más o menos rigurosa escribir                          incomunicación, en una palabra: ABANDONO. Sus montes poco a poco
        sobre ella. Sin embargo sí tenemos recuerdos y anécdotas relatadas por                           se fueron degradando, sus fuentes se escosaron, el río se tiñó de negro, la
        otras gentes, casi todas ya desaparecidas, a los que les gustaba saber y                         pesca desapareció, sus caminos quedaron cortados. Hasta el Camino Real,
        transmitir sus conocimientos a los demás. Con añoranza y emoción recuerdo                        de existencia centenaria, vio como Coto del Musel y Duro Felguera cerraban
        los relatos de nuestro vecino, ya ausente, Pedro Barrial Castañón ( Pedrón el                    su paso hacia Entralgo y Sienra. Seguro que a muchos les sonará aquello de
        de Ginia ), aumentativo debido a su gran altura y corpulencia, pero sin duda                     La Isla. Claro que sí, Carrio se convirtió  en una isla enlazada únicamente por
        alguna también aplicable a su enorme prudencia y humanidad. Después de                           dos puentes de propiedad privada ( Sutu y Sota ) que sólo se podían cruzar
        perder el cierto temor que a casi todos los chavales nos transmitía su figura, le                con el permiso de las empresas propietarias.
        escuchaba  embobado y sorprendido las muchas anécdotas que relataba,
        no sé si fruto de sus conocimientos, que sin duda tenía, o de su imaginación                     Así y todo este pueblo orgulloso de si mismo, nunca se rindió ni cayó
        también cultivada. En mi memoria guardo la historia que hacía revolucionar                       en el desaliento, al contrario, con los puños y los dientes apretados, fue
        mi por entonces infantil imaginación. Contaba como en antaño Carrio era                          pacientemente, con tesón y casi siempre dinero de su bolsillo, ganando la
        parada y fonda para los arrieros y bestias que transitaban por el Camino Real                    batalla a la incomunicación y al abandono. Puente, escollera, agua corriente,



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