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VEGA DE BRAÑAGALLONES,

ICONO DEL PARQUE DE REDES

Felipe Orviz Orviz
Secretario de Asturias Actual

Hablar de la Vega de Brañagallones, es referenciar a unos de los símbolos
emblemáticos e iconos paisajísticos de la Reserva de la Biosfera del Parque Natural
de Redes, y que, sin ninguna duda, es el ítems de evaluación del desarrollo integral
de Redes. Sería injusto debatir sobre Brañagallones y no agradecer a las personas
que han conseguido revitalizar y promocionar la Vega de Brañagallones, empezando
por los guardias del Refugio, José Manuel y su hijo Diego, el incombustible
Rafael Fernández Cabilla, que con sus proyectos turísticos, económicos, amor y
compromiso incombustible para con la Vega de Brañagallones, al Ayuntamiento de
Caso, con su alcalde a la cabeza, Miguel Fernández Iglesias, y a todos los colectivos
del municipio, oriundos de Bezanes y limítrofes, usuarios y propietarios de las
cabañas de la vega, Federación Asturiana de Montaña y otros.

Opino que la Vega de Brañagallones refleja a la perfección los retos y desafíos que
el Ayuntamiento de Caso, en particular y la Reserva de la Biosfera del Parque de
Redes, en general, tienen por delante desde el punto de vista económico, social,
turístico y de hábitat. Redes, debe de apostar por un turismo de calidad y no de
cantidad, diversificado, sostenible y que cohabite positivamente con los sectores
básicos de la estructura económica del Concejo: ganadería, agroalimentario,
forestal y otros

Brañagallones, no debe de aspirar a ser los Lagos de Covadonga de los Picos
de Europa, pero si puede aprovechar sus grandes potencialidades dentro de ese
modelo de turismo de calidad, sostenible y que cohabite con el sector ganadero
y forestal. No hay duda de que el Refugio y el Taxi al Paraíso de Rafael Fernández,
son sus vectores y pilares sobre los que se cimienta su futuro, pero no podemos
obviar oportunidades que complementen a la oferta actual. En este sentido, las
instalaciones del Refugio pueden acoger encuentros de debate, análisis, reflexión
sobre los desafíos del mundo rural, del sector primario, literatura, turismo y cultura.

Por otro lado, existen algunas cabañas en la vega que están en ruina y se podrían
rehabilitar para convertirlas en un tipo museo donde se pueda visualizar la esencia
de las vegas, el trabajo y la cultura ganadera, la forma de vivir en las cabañas. Otro
gran reto, convertir la Vega de Brañagallones es un destino inclusivo y accesible
para cualquier persona y cualquier deporte.

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